Ramón Bayeu y Subías

RAMÓN BAYEU Y SUBÍAS (Zaragoza, 1746 – Aranjuez, Madrid, 1793).
“San Ignacio de Loyola”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Obra publicada en el Catalogo de la exposición “Estampes de Santdat Sant Francesc de Borja”, p. 133.
Conserva marco de época.
Presenta leves restauraciones.
Medidas: 167 x 110 cm; 177 x 118 cm (marco).
En esta imagen devocional se presenta la visión de San Ignacio de Loyola. La escena presenta al santo en primer plano con su rostro dirigido a Cristo, cuyo busto parte de un dorado rompimiento de gloria situado en la zona superior izquierda. Ataviado con manto purpura y con la cruz sobre los hombros el autor constata así el sufrimiento y martirio de Cristo. San Ignacio de Loyola (1491-1556) fue un religioso español, fundador de la Compañía de Jesús, militar y poeta. Se crió como pupilo de Juan Velázquez de Cuéllar, Contador Mayor de Castilla, y por tanto en contacto directo con la corte. Fue así educado en el dominio de las armas, y pudo desarrollar su afición por la lectura. Herido en combate en 1521, durante su convalecencia sus lecturas de carácter religioso hacen mella en él, e Ignacio se replantea su vida, decidiendo abandonar la vida militar por la religiosa. Este deseo se ve acrecentado por una visión de la Virgen con el Niño Jesús, que provoca la definitiva conversión del soldado en religioso. De allí sale con la convicción de viajar a Jerusalén con la tarea de la conversión de los no cristianos en Tierra Santa. Posteriormente estudiará en Alcalá de Henares, Salamanca y París, y finalmente fundará la Compañía de Jesús en 1534. Morirá en 1556, debido a una enfermedad, en su celda de la sede de los Jesuitas en Roma.
Pintor, diseñador y dibujante español, hermano menor de Francisco y del cartujo Manuel, recibió las primeras enseñanzas pictóricas en los talleres de Juan Andrés Merklein y José Luzán Martínez. En 1764 se trasladó a Madrid, donde ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde recibió el primer premio de pintura. En 1780 aceptó el encargo de pintar las tres bóvedas de la Catedral de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza para las que interpretará los temas Regina Virginum, Regina Patriarcharum y Regina Confesorum. En 1786 fue designado, junto a su cuñado Francisco de Goya, pintor oficial de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara de Madrid. En 1787 realizó tres lienzos con la "Virgen con San Francisco y San Antonio", "Santa Escolástica" y "San Benito" para los altares de la iglesia del monasterio de Santa Ana de Valladolid. En 1789 pintó el lienzo de "Nuestra Señora del Rosario" para la Catedral de Segovia y obtuvo el título de pintor de diseños para tejidos. Dos años después, el 22 de julio de 1791, Carlos IV le concedió el ansiado cargo de pintor de cámara. De su actividad de grabador, técnica que cultivó además del dibujo y la pintura, se conserva en la Calcografía Nacional de Madrid un ejemplar de "La Sagrada Familia con San Juan Bautista".