Urbano Lugrís González

URBANO LUGRÍS GONZALEZ (La Coruña, 1908 -Vigo, 1973).
“Bodegón surrealista con caracolas", ca. 1947.
Óleo sobre tabla.
Firmado.
Medidas: 65 x 59 cm.

Esta pintura de Urbano Lugrís presenta una escena onírica y marítima que encapsula su universo pictórico único, donde la realidad y la fantasía se entrelazan con un aire de nostalgia y simbolismo. En lugar de un tradicional ramo de flores, un jarrón blanco se convierte en el receptáculo de un ecosistema marino exuberante y imposible: algas sinuosas, corales, moluscos de texturas diversas y estrellas de mar que parecen flotar en un estado de ingravidez sobre un fondo negro que realza la belleza de sus formas y colores. Algunas de estas criaturas son imaginarias, como si hubieran emergido de un sueño oceánico o de una fábula de marineros. El jarrón está decorado con su medallón que acoge la imagen de un barco sobre las aguas. Este detalle refuerza la constante referencia al mar en la obra de Lugrís, tanto como un espacio físico de exploración y aventura como un territorio mítico cargado de simbolismo. Sobre la mesa de tablero circular descansan una copa, más moluscos dispersos y una brújula, sugiriendo que la escena no es solo una naturaleza muerta, sino una metáfora del viaje y del tiempo. El círculo, presente tanto en la mesa como en el medallón del jarrón, refuerza la idea de lo cíclico, del eterno retorno del mar y de sus relatos. Lugrís se inscribe en una corriente de surrealismo mágico y evocador, con un meticuloso detallismo que recuerda a los primitivos flamencos, pero con una sensibilidad onírica profundamente personal.

Urbano Lugris comenzó su formación artística bajo la influencia de Nacho Viéitez, un hombre cuyo propósito era fomentar el ejercicio de la pintura en las nuevas generaciones. Abandonó los estudios de perito mercantil en La Coruña para trasladarse en 1930 a Madrid, donde se integró en las Misiones Pedagógicas, con las que recorrió diversas ciudades españolas diseñando figurines y decorados para el teatro La Barraca. En esta época conoció a Federico García Lorca y a Rafael Alberti. Durante la guerra civil participa como voluntario en el ejército republicano, marchándose al frente de Asturias. Tras finalizar la guerra en 1954 fundó en La Coruña la revista Atlántida, con sus amigos Mariano Tudela y José Mª de Labra, en la que participó activamente, escribiendo artículos y poesías, además de numerosas ilustraciones y realizando el diseño de la cabecera de portada. En 1965 se trasladó a Vigo donde murió el 23 de diciembre de 1973. En 1997 se realizó la mayor exposición dedicada a Urbano Lugrís, comisariada por Rosario Sarmiento y Antón Patiño, que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en el Auditorio de Galicia de Santiago de Compostela. Con motivo de esta muestra se editó un importante libro-catálogo de la exposición y simultáneamente la publicación facsímil de la revista Atlántida. En el año 2007 se publicó el libro de Antón Patiño Urbano Lugrís, “Viaje al corazón del océano”. Lugrís fue un pintor casi autodidacta su obra pictórica refleja una predilección por los temas marineros, retratados con una atmósfera de carácter onírico e idealizado. Sus cuadros, casi siempre se encuentran pintados sobre tabla en pequeños y medianos formatos. Estuvo influenciado por su padrino, el escritor Francisco Tettamancy y Gastón y por conceptos de la pintura metafísica italiana, sobre todo de Carrá y Chirico, y del surrealismo francés, de la pintura de Tanguy y Magritte. Algunos autores quisieron relacionarlo con Dalí, basándose en el uso del azul como color principal en sus cuadros, pero este detalle no lo toma del catalán, sino de Platinir.