JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ DE LOSADA (Sevilla, 1826 – Jerez de la Frontera, 1896)
“San Juan con el Niño”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones.
Posee marco del siglo XIX.
Medidas: 128 x 101 cm; 140 x 111 cm (marco).
San José se presenta con el Niño de pie en su regazo, en una escena familiar llena de ternura. Las tonalidades ocres y azuladas oscilan entre sí, fundiéndose y dando como resultado una imagen apaciguada, donde el color se relaciona armónicamente, sin contrastes ni elementos de discordancia. La representación de San José con el Niño en la pintura española del siglo XIX es significativa no solo por su valor artístico, sino también por su carga simbólica y cultural. Esta figura, que fusiona la tradición cristiana con elementos de la historia y la mitología, refleja la búsqueda de una identidad nacional en un periodo de cambios sociales y políticos. La imagen del santo, a menudo asociada con la protección y la paternidad, se convierte en un símbolo de resiliencia y esperanza en tiempos de incertidumbre. Además, su representación junto al Niño evoca la conexión entre la espiritualidad y la fertilidad, temas que resonaban profundamente en la sociedad española de la época, convirtiendo estas obras en poderosos vehículos de mensaje y reflexión.
José María Rodríguez de Losada inició su aprendizaje en Sevilla, pero desarrolló toda su actividad pictórica en Jerez de la Frontera. Cultivó la pintura de historia y el retrato, aunque en sus inicios se dedicó al costumbrismo, como acredita su obra Pareja de majos, de 1843. “El estilo artístico de Rodríguez de Losada —asegura Valdivieso— muestra una pincelada suelta y restregada, a veces descuidada y sumaria. Esta técnica, saludable en principio por su modernidad, fue rechazada en su momento por la crítica, especialmente por ir acompañada de un colorido violento con predominio de tonos marronáceos que, en efecto, producen una escasa gratitud visual”. De hecho, este artista denota en sus obras una acusada influencia del romanticismo, lo que se refleja en un intenso dramatismo tanto temático como formal, muy diferente del sentimiento alegre y amable de las pinturas de muchos de sus contemporáneos.
Entre sus obras históricas más importantes encontramos Desembarco de Colón en América (Universidad de Barcelona), La batalla de Alcolea (Academia de Historia) y Doña Juana la Loca con el cadáver de su esposo (Museo de Cádiz). Rodríguez de Losada se inspiró asimismo en la literatura y en el arte para la realización de algunas de sus obras, como El bravo alcalde del Zahara, Quevedo leyendo un epigrama contra el conde duque de Olivares o Valdés Leal inspirándose para pintar las Postrimerías. De inspiración neorromántica fueron cuadros como Una viuda encontrando el cadáver de su esposo en el campo de batalla (1858), y como retratista, destaca el de Alfonso XII (Diputación de Cádiz). También pintó temas religiosos y algunos bodegones, como se muestra en Pato muerto (1884). Perteneciente a la Orden de Santiago y académico correspondiente de San Fernando, Rodríguez de Losada participó durante varios años en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, siendo galardonado con mención de honor en las ediciones de 1858 y 1867. Fue premiado, asimismo, con la medalla de plata de Carlos III en la Exposición de Sevilla de 1843, con medalla de oro en las convocadas por la Academia de Santa Isabel de Hungría de Sevilla en 1854 y 1856, y también con medalla de oro en la exposición organizada por los Amigos del País en 1858. Actualmente, puede contemplarse su obra en el Museo del Prado y en el Provincial de Cádiz, así como en otras colecciones de arte, tanto públicas como privadas.