Escuela de Jacques Louis David, ca. 1800

Escuela francesa, ca. 1800. Escuela de JACQUES-LOUIS DAVID (Francia, 1748 – Bélgica, 1825).
“Personaje masculino”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado “David” en el ángulo inferior derecho.
Marco de época.
Medidas: 96 x 69 cm; 109 x 83,5 cm (marco).

El autor de este cuadro, próximo a las directrices estilísticas del aclamado pintor neoclasicista Jacques Louis David, da fe de un aprendizaje academicista y unas dotes técnicas privilegiadas en la captación naturalista tanto de la anatomía como del rostro. El joven adopta una expresión dinámica levantando ambos brazos por encima de su cabeza. La palidez del torso contrasta con la oscuridad del fondo, resaltando así la cuidada anatomía y la tensión muscular del representado.

Uno de los más destacados pintores de la historia del arte francés, Jacques-Louis David fue una figura clave para el desarrollo del estilo neoclásico. Inició su formación con el pintor rococó François Boucher, si bien éste le puso bajo la tutela de Joseph-Marie Vien, quien había dejado atrás dicho lenguaje para aproximarse al clasicismo. David asistió también a la Real Academia de Pintura y Escultura, si bien no logró obtener el Premio de Roma hasta el quinto intento, en 1774. Se traslada a la capital italiana al año siguiente, y allí podrá conocer de primera mano las obras maestras y las ruinas de la antigua Roma, algo que se convertirá desde entonces en influencia clave para su lenguaje. Asimismo, en Roma conoció al pintor neoclásico Rafael Mengs, quien le introdujo en las teorías pioneras de Winckelmann, el principal teórico del neoclasicismo. En Roma estudió también a los grandes maestros italianos, mostrando especial predilección por Rafael. Tras cinco años en Italia David regresa a París, donde fue nombrado miembro de la Academia Real. Sus obras serán aceptadas en el Salón, y pronto será alabado por sus contemporáneos. Pronto contó con un taller propio, donde se formaron, entre otros, Ingres y Gros. Recibe por estos años sus primeros encargos oficiales, antes de realizar un segundo viaje a Roma. Allí pintará una de sus obras maestras, “El Juramento de los Horacios”, pintura clave del neoclasicismo francés. En 1787 es nombrado director de la Academia Francesa en Roma, pese a su juventud, y en paralelo continúa mostrando sus obras en el Salón de París. Con la llegada de la Revolución, David muestra en un primer momento su apoyo a Robespierre y al club jacobino, y pronto fue encumbrado como el pintor de la Revolución. Obras como “La muerte de Marat” (1793) ilustraron los distintos episodios políticos de la época, así como los nuevos ideales. Con la llegada del Directorio, David será encarcelado, si bien finalmente sus obras atraerán la atención de Napoleón, y para cuando fue liberado no le costó mucho recuperar su antigua posición destacada. De hecho, fue el propio David el autor de la memorable obra que ilustra la coronación de Napoleón. No obstante, con el regreso de los Borbones al poder David se verá forzado a exiliarse en Bruselas, donde pasará sus últimos años. Actualmente David está representado en las más destacadas pinacotecas del mundo, entre ellas el Museo del Louvre, el Metropolitan de Nueva York, el Hermitage de San Petersburgo y la National Gallery de Londres.