Joan Carles Roca Sans

JOAN CARLES ROCA SANS (Barcelona, 1946).
“Paisaje”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Presenta ligera falta de policromía en el margen superior izquierdo.
Medidas: 61 x 73 cm; 77 x 90 cm (marco).

Joan C. Roca Sans se adentra en la pintura a finales de los años 70, cuando las vanguardias dominan la escena artística y deciden nadar contra corriente. Aprende las bases del oficio en la facultad de Bellas Artes, prestando atención especialmente a la Grecia clásica y el Renacimiento, elaborando un estilo propio con voluntad postmoderna entregándose a la revisión de ciertos aspectos del arte del pasado con contenidos inspirados en vivencias propias. A mediados de los 80, sus propuestas están en línea con otras aparecidas en Italia y Alemania, donde pasa largas temporadas y absorbe la fuerza de la tradición centroeuropea y sintetiza el expresionismo. A partir del 2000 incorpora diferentes temporalidades y reinventa el expresionismo sintético que ya había creado quince años antes utilizando la línea del dibujo como elemento clave para la distribución de colores. Mantiene y perfecciona su apuesta por atrapar la vida, dibujándola y pintándola para convertirse en parte. Aunque de raíz pop y urbana, su obra se caracteriza por su coherencia interna y una iconografía personal desbordante. En este pintor es imposible separar vida y obra, por eso cada cuadro es una página de su biografía. Ha realizado más de cien exposiciones individuales y sus obras han entrado en numerosas colecciones públicas y privadas.
Durante los últimos diez años Roca Sans recorre el Mediterráneo y explica la experiencia de cada viaje publicando catorce episodios de amplio repertorio temático mediante relatos de ficción y soportes plásticos que incorporan la pintura, la escultura y la novela gráfica con la aplicación de nuevas tecnologías, destacando la fijación de la luz en soportes como el mármol y el metacrilato así como las novelas gráficas en formato de vídeo. Es el proyecto Ermoupoli, que el artista cancela en 2017 para seguir explorando mediante la pintura estricta la disponibilidad polisémica de la imagen y buscar una narrativa en la que cada espectador pueda construir su propio relato.