Candida Höfer

CANDIDA HÖFER (Alemania, 1944).
“Deutsche Oper am Rhein Düsseldorf”, 2012.
Fotografía, c-print, ejemplar 97/100.
Firmada y numerada al dorso.
Medidas: 30 x 45,5 cm; 48 x 63 cm (marco).

Esta majestuosa fotografía a color del interior de la "Ópera Alemana en el Rin" (Düsseldorf) capta, como es usual en el arte fotográfico de Hófer, el residuo psicológico depositado en los espacios públicos e institucionales cuando se muestran vacíos. Höfer compone meticulosamente sus tomas, situándose estratégicamente en el centro de las habitaciones o en una diagonal que revele mejor la arquitectura interna del espacio. Prefiere lugares que contengan una historia institucional, plasmada en su propia arquitectura, como bibliotecas, museos y teatros.

Candida Höfer inició su carrera en 1968 trabajando como fotógrafa de retratos para diversos periódicos y, desde 1970, como asistente de Werner Bokelberg. Más tarde, entre 1973 y 1982, asistirá a la Kunstakademie de Düsseldorf, estudiando primero cine con Ole John, y más tarde fotografía con Bernd Becher. Junto a Thomas Ruff, Höfe fue la primera estudiante de Becher en utilizar la fotografía color, mostrando su trabajo en forma de diapositivas. Empezó a realizar sus famosos interiores de edificios públicos en 1979, aún durante su periodo de estudiante. Finalmente la fama le llegará gracias a sus series de fotografías centradas en la vida de los trabajadores inmigrantes en Alemania. La obra de Höfer se enmarca dentro de la tradición de fotógrafos alemanes directamente herederos de la estética conceptual y de las enseñanzas que Bernd y Hilla Becher impartieron desde la Kunstakademie de Düsseldorf, quienes readaptarán el proyecto originario de la Nueva Objetividad para adoptar una singular manera de enfrentarse al mundo. Siguiendo el método de trabajo iniciado por sus maestros, sus fotografías muestran un interés casi etnográfico por la multiplicidad de formas de representación de la cultura contemporánea, relacionándose de un modo muy particular con los escenarios donde se mueve la sociedad y se desarrolla el conocimiento. Los de Höfer son interiores de edificios, preferentemente de uso público como museos, iglesias, teatros o salas de ópera, archivos y bibliotecas, que son fotografiado cuando ha cesado toda actividad y se encuentran vacíos. Especializada en grandes formatos, sus fotografías son tomadas desde un ángulo frontal clásico, o bien buscan una acusada diagonal que organice la composición. La artista tiende a fotografiar sus escenarios desde un punto de vista alto, de modo que el muro del fondo quede centrado respecto a la imagen final. Celebró su primera exposición individual en 1975, en la galería Konrad Fischer de Düsseldorf. Desde entonces la obra de Höfer ha sido expuesta en destacados museos de todo el mundo, como las Kunsthalle de Basilea, Hamburgo y Berna, el Louvre de París, el Portikus de Frankfurt am Main, el MoMA de Nueva York, la Power Plant de Toronto, la Kunsthaus de Bregenz, el Museo Ludwig de Colonia o, ya en nuestro país, en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo. Asimismo, en 2002 participó en Documenta 11, y en 2003 representó a Alemania en la Bienal de Venecia, junto a Martin Kippenberger. Por otro lado, entre 1997 y 2000 compaginó la práctica artística con la docencia, que ejerció en la Hochschule für Gestaltung de Karlsruhe. Actualmente está representada en el Museo Guggenheim de Nueva York, la Hamburger Banhof de Berlín, la Kunsthalle de Nuremberg, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Trento, el Museo de Fotografía Contemporánea del Columbia College en Chicago, la Fundación Telefónica de Madrid y el Museo de Arte de Philadelphia, entre otras colecciones tanto públicas como privadas.