PABLO PICASSO (Málaga, 1881 – Mougins, Francia, 1973).
“Colombe de la paix”, 1952.
Lápices de colores azules y rojos en la portada de la revista “Le Point , revue artistique et littéraire”, Numero Picasso, Sovillac. Octubre 1952.
Adjunta certificado de autenticidad expedido por el comité Picasso el 17/06/24.
La página 42 presenta firma y dibujo de TRISTAN TZARA.
Firmada y dedicada a Pierre y Genia Courtade.
Medidas: 21 x 15 cm (dibujo); 26 x 20 cm (catálogo de 56 páginas).
Dibujo original de Picasso sobre la portada de la revista “Le Point”, realizado en lápices de colores. Picasso presenta uno de los emblemas más icónicos de su pintura, la paloma de la paz. Este símbolo fue creado por el artista para el Congreso Mundial de la Paz celebrado en 1949 en París, aunque la presencia de la paloma es su obra había sido latente desde su infancia. Cabe señar que en la página 42 de la revista se puede apreciar una inscripción compuesta por una mano señalando, la misma que aparece en el manifiesto Dada, el nombre del artista Tristan Zara (1896-1963), creador de dicho manifiesto y un corazón indicando así, que se trata de otra dedicatoria como la que Picasso rubrica en la portada de esta revista al matrimonio a Genia y a Pierre Cortade, escritor y periodista de renombre.
Le Point fue una revista literaria fundada en 1936. La sede editorial de la revista estaba en el Café de París, propiedad de su esposa Paule Sabatié, que acogió a Aragon, Paul Eluard, Jacques Prévert, Robert Doisneau, Jean-Louis Barrault, René Char, Le Corbusier, André Malraux, André Chamson, Tristan Tzara, Ossip Zadkine y Claude Roy. La revista reflejó con originalidad el panorama literario y artístico francés, así como los fenómenos sociales.
Creador del cubismo junto con Braque, Picasso inicia sus estudios artísticos en Barcelona, en la Escuela Provincial de Bellas Artes (1895). Tan sólo dos años después, en 1897, Picasso realiza su primera muestra individual, en el café “Els Quatre Gats”. París se va a convertir en la gran meta de Pablo y en 1900 se traslada a la capital francesa por un breve periodo de tiempo. Al regresar a Barcelona, empieza a trabajar en una serie de obras en la que se observan las influencias de todos los artistas que ha conocido o cuya obra ha visto. Es una esponja que lo absorbe todo pero no retiene nada; está buscando un estilo personal. Entre 1901 y 1907 se desarrollan la Etapa Azul y la Etapa Rosa, caracterizadas por el uso de esos colores y por su temática con figuras sórdidas, aisladas, con gestos de pena y sufrimiento. La pintura de estos años iniciales del siglo XX está viviendo continuos cambios y Picasso no puede quedarse al margen. Se interesa entonces por Cézanne, y partiendo de su ejemplo va a desarrollar una nueva fórmula pictórica junto a su amigo Braque: el cubismo. Pero Picasso no se queda ahí y en 1912 practica el collage en la pintura; a partir de este momento todo vale, la imaginación se hace dueña del arte. Picasso es el gran revolucionario y cuando todos los pintores se interesan por el cubismo, él se preocupa por el clasicismo de Ingres. El movimiento surrealista de 1925 no le coge desprevenido y, aunque no participa abiertamente, le servirá como elemento de ruptura con lo anterior, introduciendo en su obra figuras distorsionadas con mucha fuerza y no exentas de rabia y furia. Igual que ocurre con Goya, a Picasso también le influye en gran medida la situación personal y social a la hora de trabajar. Sus relaciones con las mujeres, frecuentemente tumultuosas, van a afectar seriamente a su obra. Sin embargo, lo que mayor impacto tuvo en Picasso fue el estallido de la Guerra Civil española y el bombardeo de Guernica, que provocó la realización de la obra más famosa del arte contemporáneo. París fue su refugio durante mucho tiempo, pero los últimos años de su vida los pasó en el sur de Francia, trabajando en un estilo muy personal, con vivos colores y formas extrañas. Picasso está representado en los museos más importantes de todo el mundo, como el Metropolitan, el MOMA y el Guggenheim de Nueva York, el Hermitage de San Petersburgo, la National Gallery de Londres o el Reina Sofía de Madrid.