Atribuido a ABRAHAM-LOUIS-RODOLPHE DUCROS (Moudon, 1748-Lausanne, 1810)
"Interior del Panteón de Agripa"
Acuarela sobre papel.
Medidas: 64 x 87 cm.; 109 x 135,5 cm.(marco).
La magnífica acuarela que aquí mostramos del interior del Panteón romano de Agripa, se atribuye a Abraham-Louis-Rodolphe Ducros, un pintor, acuarelista y grabador suizo, figura clave del movimiento prerromántico. Sus acuarelas del periodo romano se caracterizan por el empleo de una paleta limitada a la par que rica en matices, con unos tonos contundentes que les confieren un acabado sumamente pictórico. Estos elementos se aprecian en la obra que mostramos, en la que ha animado con personajes del periodo de Adriano la imponente arquitectura con el óculo cenital que filtra una luz mágica.
En la década de 1770, realizó una serie de acuarelas que representaban «Vistas de Roma y de sus alrededores» («Vues de Rome et de ses environs»), como la acuarela «El templo de la Paz» o «Ruinas de la basílica de Majencio en el Foro Romano» (1779), una versión de la cual se conserva en el Yale Center for British Art. A partir de éstas, en colaboración con Volpato, publicó series de grabados basados en sus propias acuarelas, y que serían especialmente solicitados durante el Grand Tour. Con volpato trabajó también en una segunda serie de 14 vistas interiores del Museo Pio-Clementino (1792). En este contexto debe ubicarse la presente vista del interior del monumento de Agripa, equiparable asimismo a su acuarela del Coliseo conservada en el Museo Metropolitano de Nueva York.
Recordemos que Piranesi (coetáneo de Ducros) también llevó a cabo vistas del interior de Agrippa. Sin embargo, sus grabados de las ruinas de la Ciudad Eterna están imbuidas de cierta carga opresiva y aterradora, que por descontado no está presente en las amplias perspectivas que ofrece la rotonda interior del Panteón de Dupros, con su enorme cúpula de casetones, por la que asoman diminutas figuras recortadas a contraluz.
En 1782, Ducros abrió su propio taller en la Strada della Croce, que funcionó con gran éxito durante la década siguiente. Vendía sus acuarelas y grabados realizados con Volpato, Raffaello Morghen (alumno y yerno de Volpato) y su compatriota Jacques Sablet, pero también vistas de artistas de la competencia como Francesco Piranesi y Louis-Jean Desprez. Los periódicos empezaron a hablar de él y viajeros adinerados visitaban con frecuencia su estudio.
Hijo de un maestro de dibujo del colegio de Yverdon, Abraham-Louis-Rodolphe Ducros llegó a Ginebra en 1769 para estudiar con Nicolas-Henri-Joseph de Fassin. Posteriormente marchó a Italia y se estableció en Roma a finales de 1776. En marzo de 1778, fue contratado por dos nobles holandeses para acompañarles en un viaje de cuatro meses al Reino de las Dos Sicilias y a Malta, donde realizó cerca de trescientas acuarelas (conservadas actualmente en el Rijksmuseum de Ámsterdam). De 1777 a 1793 permaneció en Roma como paisajista. En colaboración con el grabador Giovanni Volpato, publicó en 1780 veinticuatro grabados con vistas de Roma y sus alrededores. En 1782, recibió un encargo de Pablo Alejandrovich de Rusia para pintar dos cuadros y, en 1782, otro del papa Pío VI. En 1784, Gustavo III de Suecia fue su mayor comprador. Pero sus principales comitentes seguían siendo nobles ingleses en viaje por Europa, como Sir Richard Colt Hoare, Milford Hervey y Lord Breadalbane. Los disturbios derivados de la Revolución Francesa provocaron la expulsión de muchos franceses de los Estados Pontificios. Ducros, considerado jacobino, fue expulsado en 1793. Ducros regresó a Suiza en el verano de 1807, primero a Nyon y después a Lausana. En Ginebra fue nombrado miembro honorario de la Sociedad de las Artes en 1807. En Berna, fue nombrado profesor de pintura de la Academia en 1809, pero falleció, en Lausana, antes de poder asumir el cargo, el 18 de febrero de 1810. Sus paisajes se conservan, en su mayoría, en el Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausana y en las fincas inglesas de Stourhead y Bramall Hall.