Reloj Napoleón III, siguiendo modelos de François Vion (ca. 1737- ca. 1790). Francia, tercer cuarto del s. XIX

Reloj Napoleón III, siguiendo modelos de François Vion (ca. 1737- ca. 1790). Francia, tercer cuarto del siglo XIX
Bronce dorado, bronce esmaltado y mármol blanco. Esfera de porcelana pintada a mano, esmaltada
Maquinaría tipo París de "pendule a cercle tournant"
Conserva llave y péndulo

El magnífico reloj destaca por su gran similitud con el modelo original de las Tres Gracias, realizado por el broncista parisino François Vion en colaboración con el relojero Pierre-Basile Lepaute (1750-1843) en torno al año 1769. El diseño apareció en un álbum de piezas de relojería actualmente conservado en el Insitut National d’Histoire de l’Art de París. Un reloj idéntico al de Vion fue entregado a la condesa Du Barry en el Palacio de Versalles el 4 de octubre de 1769 y otro (que perteneció al general Moreau) se encuentra en el Musée National du Château de Fontainebleau. Se trata de un diseño heredero de los relojes pivotantes alemanes del siglo XVI, tipología muy de moda en el estilo Luis XVI (1754-1793). En su modelo original, Vion representó a las Tres Gracias o a las Cárites griegas, diosas asociadas al amor, la belleza, la sexualidad y la fertilidad, entendidos como fuerzas generadoras de vida. Sus nombres eran Aglaya (“Belleza”), Eufrósine (“Júbilo”) y Talía (“Festividades”), y eran consideradas hijas de Zeus y Eurínome, si bien otras versiones mencionan como sus progenitores a Hera, Dioniso o Helios y la náyade Egle. La representación de las tres Gracias fue frecuente a partir del Renacimiento, tanto por su carácter hermético, relacionado con los misterios, la estética y el pensamiento grecolatino, como por el hecho, más mundano, de que su iconografía permitía representar a tres hermosas muchachas desnudas.

François Vion fue un destacado fundidor de bronce que se convirtió en maestro en el año 1764. Colaboró con Pierre-Basile Lepaute (1750-1843), uno de los principales relojeros de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Hacia fines del siglo XVIII, él y su sobrino Jean-Joseph Lepaute fundaron una nueva empresa que estuvo activa hasta 1811 y ganó una medalla de plata en la Exposition des Produits de l'Industrie de 1806. Durante varias décadas fueron los principales proveedores de relojes para el Imperial y Royal Garde-Meuble; fueron nombrados, sucesivamente, Horloger de l'Empereur y Horloger du Roi.