MATÍAS PALAU FERRER (Montblanch, 1921–2000).
Sin título, años 70's.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el margen inferior.
Medidas: 114 x 146 cm; 116 x 148 cm (marco).
Cabe relacionar el importante cuadro que nos ocupa de Palau Ferré con la pintura más emblemática del pintor, el "Guer-blanc" (1971), en la que el autor establecía un fructífero diálogo con el Guernica de su admirado Picasso, a quien conoció en París. De hecho, podría interpretarse como una versión de "Guer-blanc", pues en ambos recupera algunos elementos icónicos del Guernica (el caballo, el toro, la paloma, la ventana...), pero transforma el drama en promesa, al dulcificar a los personajes, añadiendo otros (el arlequín con mandolina y la joven con la flor) y al dotar a la composición pos-cubista de un vibrante cromatismo. Palau Ferré reinterpreta el mensaje picassiano a favor de la libertad, desproveyendo la escena de toda alusión al sufrimiento humano y a la violencia. Como en "Guer-blanc", emplea su característica paleta de colores vivos y luminosos, trayendo vida, luz y calor, en contraposición con el negro, blanco y gris que para Picasso era luto y muerte. En lugar de la mujer portadora de una lámpara, la chica de la ventana sostiene una flor que atrae a la paloma de la paz y, detrás, un sol brillante (otro motivo icónico del cuadro picassiano) ilumina los cuerpos. El sol como vértice vertebrador de la composición es idéntico al del "Guer-blanc", como también lo es el motivo del caballo, cuya docilidad recuerda la elegancia sutil de una gacela. Asimismo, el toro también regresa en el cuadro que nos ocupa, pero así como en "Guer-blanc" era cogido por los cuernos por un hombre, en nuestra versión se ha fundido ya con el hombre, ofreciéndonos la imagen magnífica de un minotauro bonachón. En definitiva, el grito desgañitado de la mujer, el caballo agonizante y el toro brutal del Guernica han sido desterrados del universo optimista de Palau Ferré.
Cursó estudios en la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge, Barcelona y se trasladó a París en 1957 donde fue uno de los discípulos de Pablo Picasso. Empezó con algunas obras de inspiración cubista en lienzos al óleo. Con el paso de los años también hizo algo de cerámica y algunas esculturas. Después de llegar a la fama en España realizó exposiciones en varios países extranjeros, incluyendo Francia, el Reino Unido y los EE. UU.. Sus obras más importantes son Mujer y luna, Montblanch y Guer-Blanc. Palau Ferré alcanzó notoriedad debido a sus cambios repentinos de humor que le llevaron a quemar sus lienzos al óleo en 1974 después de una querella que tuvo con un galerista. Como protesta contra lo que el definía como "prostitución del arte", siguió quemando de manera sistemática todas las obras al óleo suyas que se pusieron a su alcance durante un periodo de unos veinte años. Normalmente esparcía las cenizas de sus cuadros ceremonialmente en el río Francolí de su tierra natal, pero algunas de las cenizas de sus lienzos fueron guardadas y pasaron a formar parte de una exposición artística en Pensilvania, EE. UU.1 Su prolongada protesta le llevó a dejar de pintar lienzos al óleo y a prohibir que los pocos que sobrevivieron fueran expuestos hasta 1989. En su última fase artística pintó solamente en tinta china sobre papel grueso siguiendo una técnica de su propia invención. Siempre firmaba sus obras con sus dos apellidos "Palau Ferré". Palau Ferré falleció el 1 de enero de 2000 en Montblanch y el ayuntamiento de esa villa puso su nombre a una calle ese mismo año. Meses después se inauguró el Museo de Arte Palau Ferré en el que se exponen algunas de sus obras, incluyendo algunos raros lienzos que se salvaron de la quema.