ANTONI TÀPIES PUIG (Barcelona, 1923 - 2012).
“Terra i palla”, 2005.
Técnica mixta sobre madera.
Adjunta certificado de autenticidad expedido por Miguel Tàpies, President de la Comissió Tàpies. Barcelona, 26 de julio de 2009.
Obra registrada en el Archivo Registrada con el No. T-8880.
Presenta al dorso etiqueta de al Galería Soledad Lorenzo (Madrid).
Firmada al dorso, fechada y numerada al dorso.
Procedencia: Galería Soledad Lorenzo y Colección privada, Madrid.
Medidas: 46 x 55 cm.
Obra expuesta en:
- Antoni Tàpies. Galería Soledad Lorenzo, Madrid, España. 16 de noviembre al 23 de diciembre de 2006.
- Modernidad sin interrupción. Galería Odalys, Madrid, España. 24 de septiembre de 2022 al 28 de marzo de 2023 (texto del catálogo realizado por Alfonso de la Torre).
Años antes, a principios de los años 70, Tàpies ya había experimentado con la paja como material pictórico, ejemplo de ello es la obra "Palla i fusta" del año 69. En relación a la citada pieza el Museo Tàpies señala que el artista recurre a la paja como material “en relación a los mitos védicos, según los cuales el fuego llegó a la Tierra a través de una chispa que saltó del sol impregnando un haz de paja. Asimismo, la paja alude a aspectos muy humildes de la existencia, tales como establos, yacijas de paja o estiércol; y nos indica que el fuego y la vida surgen de los elementos más ínfimos. No en vano, la paja está dispuesta de un modo que no solo nos recuerda elementos cósmicos y solares, sino también el pelo púbico, con lo cual el artista nos muestra la continuidad existente entre lo elevado y lo inferior. Al mismo tiempo, la tela está dividida en dos por un listón de madera. Con ello, también de un modo simbólico, Tàpies expresa la dialéctica establecida entre los dos contrarios que forman el universo: los eternos femenino-masculino, yin-yang, bien-mal”. Una explicación que se puede encontrar en esta pieza que expresa valores muy similares.
Cofundador de “Dau al Set” en 1948, Tàpies empieza a exponer en los Salones de Octubre de Barcelona, así como en el Salón de los Once celebrado en Madrid en 1949. Tras realizar su primera muestra individual en las Galerías Layetanas, viaja a París en 1950, becado por el Instituto Francés. En 1953 expone de forma individual en la galería neoyorquina de Martha Jackson. Desde entonces se sucederán sus muestras, tanto colectivas como individuales, por todo el mundo, en destacadas galerías y en museos como el Guggenheim de Nueva York o el de Arte Moderno de París. Desde los años setenta se le han dedicado antológicas en Tokio, Nueva York, Roma, Ámsterdam, Madrid, Venecia, Milán, Viena y Bruselas. De formación autodidacta, Tàpies ha creado un estilo propio dentro del arte de vanguardia del siglo XX, en el que se combinan la tradición y la innovación dentro de un estilo abstracto pero lleno de simbolismo, dando gran relevancia al sustrato material de la obra. Cabe destacar el marcado sentido espiritual dado por el artista a su obra, donde el soporte material trasciende su estado para significar un profundo análisis de la condición humana. La obra de Tàpies ha tenido una gran valoración a nivel internacional, estando expuesta en los más prestigiosos museos del mundo. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios y distinciones, entre los que cabe destacar el Praemium Imperiale de Japón, el Nacional de Cultura, el Gran Premio de Pintura en Francia, el de la Fundación Wolf de las Artes (1981), la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña (1983), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1990), la Medalla Picasso de la Unesco (1993) y el Premio Velázquez de Artes Plásticas (2003). Antoni Tàpies está representado en los principales museos de todo el mundo, como la fundación que lleva su nombre en Barcelona, el Reina Sofía de Madrid, los Guggenheim de Berlín, Bilbao y Nueva York, el Museo de Arte Fukoka de Japón, el MoMA de Nueva York o la Tate Gallery de Londres.