FRANCISCO BORÉS LÓPEZ (Madrid, 1898 – París, 1972).
“Poisson et poulet”, 1948.
Óleo sobre lienzo.
Obra reproducida en Bores, C., "Francisco Bores. Catálogo razonado de pintura. 1945-1972", MNCARS 2003; p.97 (nº1948/10).
Presenta leves faltas en el marco.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Procedencia: Galerie de France et du Benelux, Bélgica y Colección particular.
Medidas: 81 x 65 cm; 88 x 73 cm (marco).
Exposiciones:
-Dinamarca, Aalborg Kunstsforening, 1950, núm. Cat.10 no repr.
-Helsinki, galerie Artek, 1951, núm. cat. 3 no rep.
-Luxemburgo, musée d´Histoire et dÁrt, 1976. Núm. Cat. 27 no repr. (con el título Le Canard-El pato).
En esta obra, fechada en 1948, Borés nos ofrece una escena de interior constituida por una estética de carácter sintética en sus formas y, a la vez, de gran intensidad expresiva, construida a través de amplias pinceladas que presentan una factura energética en el trazo. Gracias a la utilización de elementos plásticos esquemáticos, el artista consigue crear un efecto táctil y una pureza visual libre de todo artificio o detalle anecdótico. El lirismo y el color son protagonistas indiscutibles de esta pieza, en la cual el azul domina toda la composición, creando las formas de este bodegón sintético.
Francisco Borés se formó en la academia de pintura de Cecilio Pla, donde conoció a Pancho Cossío, Manuel Ángeles Ortiz y Joaquín Peinado, entre otros. Asimismo, frecuentó las tertulias literarias madrileñas afines al ultraísmo. En esta época realiza grabados para un gran número de revistas, como “Horizonte” o “Revista de Occidente”, y asiste a la Academia Libre de Julio Moisés, donde coincide con Dalí y Benjamín Palencia. En 1922 participa por vez primera en la Exposición Nacional de Bellas Artes, y tres años más tarde mostrará su obra en la primera Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos, pero la falta de interés del público madrileño por el arte joven le impulsa a marcharse a París. En la capital francesa entra en contacto con Picasso y Juan Gris, y debuta individualmente en 1927. Al año siguiente se realiza su primera muestra personal en Estados Unidos, y en 1930 vuelve a exponer, dentro de una colectiva esta vez, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Durante los años siguientes sigue realizando exposiciones individuales en destacadas galerías de París y Londres, entre las que destacan la Georges Petit y la Zwemmer. Tras la Segunda Guerra Mundial reanuda su actividad expositiva, y en 1947 el Estado francés adquiere, por primera vez, una obra de Borés. En 1949 será el Museo de Arte Moderno de Nueva York el que compre sus cuadros. En 1969 expone en la Galería Theo de Madrid, lo que supone su aproximación al público español que, prácticamente, desconocía su obra salvo en los círculos profesionales donde, en cambio, era muy apreciada. En 1971 vuelve a exponer en esta misma Galería Theo, falleciendo en París en 1972. El crítico Joaquín de la Puente señala varias etapas en la producción de Borés: clasicismo renovado (1923-25), neo cubismo (1925-29), pintura-fruta (1929-33), escenas de interior (1934-1949) y estilo en blanco (1949-69). Francisco Borés está representado en los museos más destacados de todo el mundo, entre los que cabe señalar el Centro Georges Pompidou en París, los de Bellas Artes de Bilbao, Buenos Aires, Jerusalén, Gotemborg y Baltimore, el MOMA de Nueva York, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, las Galerías Nacionales de Atenas, Brno y Edimburgo, el Museo Patio Herreriano de Valladolid, y los de Arte Moderno de Estocolmo, Turín y Madrid.