Gustavo de Maeztu

GUSTAVO DE MAEZTU Y WHITNEY (Vitoria, 1887-Estella, 1947).
Sin título.
Óleo sobre lienzo adherido a tabla.
Presenta múltiples repintes y faltas en la superficie pictórica.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 65 x 54 cm.
Maeztu se inicia en las artes plásticas en el taller de Antonio Lecuona, y a partir de 1901 estudia con Manuel Losada. En 1904 viaja por primera vez a París, donde conoce de primera mano las vanguardias y, al tiempo, aprende a valorar con mayor conocimiento la pintura española clásica. A su regreso a Bilbao, cuatro años más tarde, funda junto a otros artistas e intelectuales la revista satírica “El Coitao”, donde desarrollará su vocación literaria bajo el seudónimo de Don Tejón Vélez de Duero. Durante 1916 realiza un largo viaje a pie por España, tomando apuntes de sus diversos paisajes que, a su regreso, expondrá en las Galerías Layetanas de Barcelona y en La Tribuna de Madrid. Durante toda su vida alternará sus viajes por España con estancias en París y Londres, y celebrará repetidas exposiciones en Madrid, Barcelona, Zaragoza y otras ciudades. Participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1912, 1915, 1917, 1924, 1926 y 1936, así como en la de la Academia de San Fernando de 1928 y en las de Artistas Vascos de Bilbao de 1921 y 1923, y exhibió su obra también en el extranjero, en diversas galerías parisinas y londinenses. Entre 1919 y 1921 celebró varias muestras en las Grafton Galleries, la Malpin Art Gallery y las Walker Galleries de Londres, y en 1922 en la galería Devanber de París. En 1917, su tríptico “La Tierra Ibérica y Ofrenda de Levante a la Tierra Española” le valió tercera medalla en la Exposición Nacional. Pintor de inclinaciones acordes con su época, abordó el costumbrismo folklórico tanto vasco como castellano y andaluz, y desarrolló un estilo paisajista transparente y audaz, de matices medios y logrado cromatismo. Cultivó también el muralismo, y abordó con éxito el desarrollo del método encáustico, con obras como las presentadas en 1928 a la Asociación Central de Arquitectos. Como retratista, asimismo, pintó a destacados personajes de la época, con un estilo colorista, atrevido y denso, sensual. Experimentó también con la litografía. La mayor parte de su producción está actualmente recogida en el Museo que lleva su nombre en Estella, aunque también está representado en el Museo Reina Sofía de Madrid, los de Bellas Artes de Álava, Vitoria, Bilbao y Buenos Aires y el de San Telmo en San Sebastián, entre otras colecciones.