José Alarcón Suárez

JOSÉ ALARCÓN SUÁREZ (Madrid, activo en el último tercio del siglo XIX).
“Dama andaluza”,
Óleo sobre lienzo.
Presenta restauraciones.
Medidas: 100 x 75 cm.
Pintura decimonónica perteneciente a la escuela española y la tradición folclorista, muy en boca en el siglo diecinueve. La joven retratada, tocada con mantilla y peineta, adopta una actitud pensativa y ajena al espectador desviando su mirada hacia un punto lejano. El cuadro está resuelto con pincelada suelta y rauda en el caso del paisaje que queda esbozado. Sin embargo, la figura de alza imponente y con precisa factura que define todos los detalles de la vestimenta y los rasgos faciales donde su naturalismo revela cierto carácter de la protagonista. Este tipo de obras se popularizaron el siglo XIX inscritas en un gusto por la exaltación de lo local y la definición de una identidad.
Especializado en el género costumbrista y en el retrato, Alarcón se formó como pintor en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando, en Madrid. Remitió obras a diversos certámenes, y envió obras a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid desde 1871. Está representado en el Museo del Prado Tradicionalmente, la pintura y la literatura españolas del siglo XIX y XX se han interesado por las costumbres y los tipos populares. El mismo Sorrolla comentó “Quiero dar, siempre dentro del verismo de mi escuela, una representación de España; no buscando filosofías, sino lo pintoresco de cada región”. Esta corriente se extendió por todas las provincias de España siendo Andalucía la que mayor fama alcanzó en la representación de la vida popular. Por ello Este tipo de obras fueron muy habituales, y apreciadas, en el arte español desde el siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX. Donde se estilaba la creación de patrones populares retratados a través de una visión idílica donde el autor se encuentra influido por una estética y herencia romántica, desarrollado durante la segunda mitad del siglo XIX y que derivó en una concepción localista del paisaje, en obras que reflejaban el amor por la propia tierra y la belleza y el lirismo de lo cotidiano, lo cercano, lo conocido.