DARIO DE REGOYOS Y VALDÉS (Ribadesella, Asturias, 1857 – Barcelona, 1913)
“Diligencia de Segovia”, 1882.
Óleo sobre cartón.
Firmado, fechado y localizado en el margen inferior.
Esta pintura integró la antológica del artista organizada por la Fundación La Caixa en 1986-1987 en Madrid y Barcelona, tal como reza en la etiqueta de exposición adjunta al dorso.
Medidas: 30 x 42 cm.
Regoyos ejecutó "La diligencia de Segovia" en 1882, una fecha en la que recorrió España con Emile Verhaeren, un viaje cuyo fruto sería la edición ilustrada de la "España Negra". Las xilografías de este libro emblemático y el cuadro que nos ocupa comparten una visión oscura, hasta cierto punto tenebrista, de la sociedad española. En este cuadro, a diferencia de las xilografías, no muestra escenas de devoción extrema ni una España especialmente paupérrima. Sin embargo, a pesar de mostrarnos a figuras vestidas con traje popular, huye de la visión puramente folclorista (más bien apuesta por el anti-folclorismo). Las mulas se alinean en parejas, y los pueblerinos se hacinan en pequeños grupos o permanecen aislados bajo sus capas y abrigos. Regoyos supo alejarse de los estereotipos que pesaban sobre lo español, asociado a lo andaluz y al baile gitano. La pincelada suelta y sintética, combinada con una paleta de tonos terrosos y negros, prefigura el expresionismo.
Hijo de un destacado arquitecto activo entonces en Asturias, Darío de Regoyos se formó en Madrid, en la Academia de San Fernando (1878). Pronto, inducido por su maestro Carlos de Haes y por sus amigos músicos, Enrique F. Arbós e Isaac Albéniz, se instaló en Bruselas (1879), donde sería discípulo de Josep Quinaux. En la capital belga entró en contacto con E. Verhaeren, G. Rodenbach y M. Maeterlinck, grupo de jóvenes creadores que fraguaban el principal movimiento cultural belga del fin de siglo, inquietud en la que él mismo tendría un papel eminente. Así, formó parte de los grupos L’Essor (1881-83) y Les XX (1883-93). No obstante, nunca arraigó en ningún sitio; incluso en su etapa belga regresaba con frecuencia a España.Durante la década de los ochenta residió en el País Vasco, donde revitalizó la ya importante escuela artística moderna local. En 1888 acompañó al escritor Verhaeren en un viaje por España (ya lo había hecho antes con otros compañeros belgas), que sería el germen de su famosa serie “España negra”, publicada en Barcelona en 1899. Con esta obra, Regoyos fue pionero en España de la llamada neoxilografía o xilografía de creación.Si durante la década de 1880 sólo participó en exposiciones en Bélgica y Holanda, en la de 1890 lo haría también en París, tomando parte con asiduidad en el Salón de los Independientes. Desde estos años mostrará también su obra en Madrid, Munich y Barcelona, ciudad esta última donde su pintura fue homenajeada en 1894 por la plana mayor del modernismo. No obstante su obra, marcada por un impresionismo del que él mismo fue uno de los principales definidores, fue mal aceptada en los ambientes más convencionales.En Bélgica, Regoyos estuvo también ligado a la sociedad La Libre Esthétique desde su origen (1894), asociación que recogió en este país la herencia de la modernidad artística. En 1897 realizará su primera exposición individual, en la destacada galería Durand-Ruel de París. La segunda, al año siguiente, tendría lugar en Els Quatre Gats de Barcelona, ciudad en la que fue director artístico de la revista “Luz”.Desde 1900 el abanico de sus exposiciones se amplió, siendo su obra mostrada en Bilbao, Frankfurt, Berlín, La Haya, Venecia, Bayona, San Sebastián, Londres, México D.F., Burdeos y Buenos Aires, entre otras ciudades. A principios del siglo XX Regoyos intensificó sus viajes, residiendo entre Granada y Bilbao. En 1911 se instaló en Barcelona, donde moriría dos años después.
Está representado en el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza, el Museo Nacional de Arte de Cataluña de Barcelona, el Museo de Bellas Artes de Bilbao y la Colección Gerstenmaier, entre muchos otros museos e instituciones