Lluís Masriera

LLUIS MASRIERA ROSÉS (Barcelona, 1872 – 1958).
“La modista”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Presenta manchas en el reverso. Marco con faltas en la policromía.
Medidas: 67 x 43 cm; 80 x 56 cm (marco).

Una elegante modista observa un paño que sostiene con ambas manos imaginando el traje que puede llegar a hacer con él. El suelo está sembrado de telas blancas, arremolinándose por doquier. También el viejo baúl de madera rebosa de ropa, y el sillón tapizado de terciopelo casi desaparece bajo las telas de colores. Con una paleta reducida a tonos pastel y crema, la escena nos envuelve con suaves fragancias de seda y algodón.

Miembro de la tercera generación de una ilustre saga de orfebres y plateros aún activa a día de hoy, Lluís Masriera era hijo de José Masriera Manovens (1841-1912), orfebre y pintor paisajista. Aunque se aficionó muy pronto a la pintura, su formación se orientó inicialmente hacia el oficio familiar, siendo enviado a estudiar a Ginebra a la edad de diecisiete años. Pero su fecunda y primorosa producción de joyas no es más que una de las vertientes de la actividad de este personaje polifacético e inquieto. Fue también un prestigioso pintor y autor teatral, a la vez que director de la Academia de las Ciencias de Barcelona y figura omnipresente en las iniciativas culturales más destacadas de su tiempo. Su carrera como pintor de caballete se inicia hacia 1896, fecha en la que comenzó a divulgar su obra en certámenes oficiales de Barcelona, Madrid, París, Buenos Aires y San Francisco, entre otras ciudades, resultando premiado en varias ocasiones. Participó en las Exposiciones de Bellas Artes de Barcelona desde 1896, así como en el Salón de los Artistas Franceses. Individualmente, mostró su obra en España, Francia, Inglaterra y Japón. Su estilo denota la influencia familiar de los Masriera, combinada con los efectos decorativos del arte del esmalte, inscribiéndose en la variante más preciosista del modernismo pictórico. Obras suyas como “La sombrilla japonesa” (1920, MACBA), que le valió el Grand Prix de la Exposición de Artes Decorativas de París, alcanzaron una notable difusión incluso fuera de nuestras fronteras, gracias a sus composiciones fantasiosas y simbólicas, con aire de ensoñaciones, que tanto gustaban a la clientela de las dos primeras décadas del siglo XX. En algunas de sus obras, vertientes temáticas y fases estilísticas se observa una cierta influencia de pintores catalanes como Lluís Graner y Laureano Barrau, así como del naturalista francés Puvis de Chavannes. Como dramaturgo, Masriera llegó a publicar o estrenar cerca de cincuenta obras, y fundó y dirigió su propia compañía teatral, así como la revista “Estilo”. Lluís Masriera está actualmente representado en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, así como en diversas colecciones particulares.