MATÍAS DE ARTEAGA Y ALFARO (Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1633 – Sevilla, 1703).
“Santa Isabel de Hungría”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones sobre la superficie pictórica.
Posee marco del siglo XIX.
Medidas: 206 x 163 cm; 223 x 180 cm (marco).
Esta pintura de Matías de Arteaga representa a Santa Isabel de Hungría realizando obras de caridad, un tema típico del barroco religioso español. En la escena, Santa Isabel, coronada como símbolo de su estatus real, se muestra lavando la cabeza de un enfermo. A su alrededor, se encuentran otras figuras participando en actos de asistencia a los pobres y enfermos. Destacan detalles como los mendigos en el primer plano, uno con vendas en la cabeza y otro herido en los pies, mientras que al fondo se observa un hospital que contextualiza la labor de la santa. La obra refleja los valores de la Contrarreforma, que promovían la caridad cristiana como una virtud esencial. Santa Isabel de Hungría es una figura emblemática por su dedicación a los pobres y su renuncia a los privilegios reales para servir a los necesitados, haciendo de este tipo de escenas un modelo de conducta piadosa. Su representación enfatiza la devoción religiosa a través de actos tangibles de misericordia, subrayando el ideal barroco de fe en acción.
Matías de Arteaga emplea un estilo típico del barroco sevillano, con un fuerte uso del claroscuro que guía la atención hacia la figura central de la santa. El tratamiento minucioso de los detalles —como las texturas de las telas, los objetos de metal, y las expresiones de los personajes— enriquece la narrativa visual. El contraste entre la luminosidad de los personajes principales y la penumbra del fondo crea una atmósfera íntima y solemne, subrayando el carácter sagrado de la escena. En resumen, esta pintura no solo destaca por su habilidad técnica y composición, sino también por su capacidad para transmitir los ideales de caridad cristiana y la devoción personal, que eran fundamentales en el arte religioso del periodo barroco.
Matías de Arteaga y Alfaro fue pintor y grabador del barroco español. Adscrito a la escuela sevillana, supo recoger e interpretar con personalidad propia la doble influencia de Murillo y Valdés Leal. Hijo del grabador Bartolomé Arteaga, siendo aún un niño su familia se trasladó a Sevilla, donde se formaría en el taller paterno y en contacto con Murillo, cuya influencia revela su obra temprana junto con la de Valdés Leal, quien se estableció en Sevilla el mismo año que Arteaga aprobaba el examen de maestro pintor, en 1656. En 1660 figuró entre los miembros fundadores de la célebre academia de dibujo promovida por Murillo, entre otros, de la que ejerció como secretario entre esa fecha y el año de 1673. En 1664 ingresó en la Hermandad de la Santa Caridad y dos años después en la Sacramental del Sagrario de la catedral sevillana, para la que realizó algunos trabajos. Hacia 1680 hay también constancia de su trabajo como tasador de pinturas. Fallecido en 1703, el inventario de los bienes dejados a su muerte revela un modo de vivir acomodado, disponiendo de una esclava y una casa grande y bien amueblada, que contaba con una mediana biblioteca con importantes libros en latín y castellano y un estudio de grabado, además de más de ciento cincuenta pinturas, casi la mitad de asunto religioso. Entre ellas se hallaban cuatro series de la Vida de la Virgen, de algunas de las cuales se decía expresamente que contenían vistas arquitectónicas, como las que vemos en esta obra y en las conservadas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Lo más característico de su peculiar estilo son precisamente estas series de asuntos siempre religiosos, situadas en amplios paisajes y perspectivas arquitectónicas tomadas de estampas. Hábil en la creación de estas profundas perspectivas, diestramente iluminadas, sin embargo, en el tratamiento de las figuras y sus expresiones corporales suele desenvolverse con cierta torpeza. Arteaga está representado en el citado museo hispalense, diversos templos sevillanos incluyendo la catedral y el Museo Lázaro Galdiano, entre otros.