LUIS EGIDIO MELÉNDEZ (Nápoles, 1716 – Madrid, 1780)
“Bodegón con mielero y pan”.
Óleo sobre lienzo.
Adjunta análisis de pigmentos y expertizaje de don José Gómez Frechina.
Presenta restauraciones.
Medidas: 35 x 48 cm; 44 x 66 cm (marco).
El estilo de la presente obra recuerda en gran medida a la pintura que pertenece actualmente a la colección del Museo del Prado, titulada “Bodegón con cantarilla, pan y cesta con objetos de mesa”. En ambas se puede apreciar la presencia del pan y la cerámica local como protagonistas indiscutibles de la escena; sin embargo, es la calidad técnica y el uso de una pincelada detallista y precisa, que consiguen capturar las texturas de cada elemento, lo que se pone en valor en ambas pinturas citadas. En esta obra podemos apreciar el estilo sobrio y naturalista propio de la escuela bodegonista española, con el uso de una gama cromática ocre tan característica del momento, advirtiendo también el interés del pintor en la geometría que se refleja en el uso de formas puras que sirven como base y aportan volumetría y profundidad a los elementos que componen este bodegón.
Por dichas características, se puede relacionar este bodegón con la producción de Luis Egidio Meléndez, continuador de la brillante ejecutoria hispánica del siglo XVII y autor de magníficas naturalezas muertas, género que fue su especialidad, aunque también trabajó temas de figura. Pintor español nacido en Italia, fue hijo de Francisco Antonio, el miniaturista, y sobrino de Miguel Jacinto, el retratista. Inició su educación en Madrid junto a su padre y, después, siguió las clases de la Junta Preparatoria de la Academia de San Fernando, siendo alumno de Louis-Michel van Loo. La expulsión de su padre de la Junta determinó su despido de los estudios académicos, por lo que el joven Meléndez realizó un viaje a Italia para continuar su formación. A su regreso a España, trabajó inicialmente como miniaturista, pero su papel preponderante lo desarrolló en la naturaleza muerta, convirtiéndose en uno de los más destacados pintores de bodegón de la historia del género, y sin duda, el más brillante del siglo XVIII español. De hecho, está representado en las más destacadas pinacotecas de todo el mundo, entre ellas el Museo del Prado y el Louvre. Meléndez es un experto en el tratamiento de las superficies, evidenciando una extraordinaria habilidad para conseguir dar idea de las calidades de las cosas: frutas, animales muertos, cerámica, cristal, corcho, textiles, metales o piedra. Aunque en algunos lienzos introduce un fondo de paisaje que los aproxima al bodegón napolitano, la mayor parte de sus obras son, en su forma y concepto, similares a la que aquí presentamos, con varios elementos dispuestos en una clara estructura sobre la superficie de una mesa colocada en paralelo al borde inferior del cuadro, destacada sobre un fondo oscuro que enlaza directamente con los maestros españoles del XVII. Maestro de la fuerza expresiva y casi mago de la técnica, Meléndez refleja, en su deseo de exactitud, los principios del mundo ilustrado en su aplicación a describir los elementos de una manera que puede ser entendida como didáctica