Círculo de Charles Le Brun

Círculo de CHARLES LE BRUN (París, 1619-1690).
“Santa Genoveva patrona de París”.
Óleo sobre lienzo.
Conserva su tela original.
Presenta repintes y restauraciones.
Posee marco del siglo XVIII.
Medidas: 234 x 170 cm; 247 x 184 cm (marco).
En esta obra el artista armoniza con dos temáticas dispares, en primer lugar, configura una imagen religiosa, dominada por la presencia de una santa en genuflexión, acompañada de un ángel y un querubín, mientras que la zona trasera muestra un paisaje en el que se está desarrollando una contienda bélica. Lo cual muestra el papel determinante de la Santa en la resolución de la contienda, de hecho, una de las características reseñables, se encuentra en la pequeña cabeza del querubín, quien está soplando, indicando así un nuevo rumbo en la guerra, originado por la presencia de Santa Genoveva. En la zona inferior intermedia un pequeño bodegón formado por: un libro, unas llaves y una madeja de hilo, sirven para identificar a la protagonista, ya que se trata de los atributos iconográficos de Santa Genoveva, que además siempre suele portar un gran cirio como en este caso concreto. Santa Genoveva (c. 419/422 d. C. - 502/512 d. C.) es la santa patrona de París según la tradición católica romana y ortodoxa. Genevieve (como es conocida en Francia) nació en Nanterre y se mudó a París. Después de encontrarse con Germanus de Auxerre y Lupus de Troyes, se dedicó a la vida cristiana. En 451 dirigió un "maratón de oración" que se dice que salvó a París al desviar a los hunos de Atila de la ciudad. Cuando el rey germánico Childerico I sitió la ciudad en 464, Genoveva actuó como intermediaria entre la ciudad y sus sitiadores, recolectando alimentos y convenciendo a Childerico de que liberara a sus prisioneros. Su seguimiento y su condición de santa patrona de París fueron promovidos por Clotilde, quien pudo haber encargado la redacción de su vida. Esto probablemente fue escrito en Tours, donde Clotilde se retiró después de la muerte de su esposo, como lo demuestra también la importancia de Martín de Tours como modelo santo.
Las características técnicas acercan esta obra a la producción de Charles Le Brun, que fue un pintor francés e importante teórico del arte. Se formó en el taller de Simon Vouet siendo un niño, recibiendo encargos del Cardenal Richeliu con quince años. Entre 1642 y 1646 estuvo en Roma, donde entró en contacto con trabajos de Rafael, Guido Reni, la escuela boloñesa, etc., y donde, además, fue discípulo de Poussin. Volvió a Paris, y continuó con un importante trabajo, llegando a su madurez estilística hacia mediados de siglo (pintura de corte clasicista y elegante). Fue ennoblecido por Luis XIV, quien le nombró Premier Peintre du Roi en 1664. Su trabajo se conserva en el Museo del Louvre de parís, en Versalles, en Los Ángeles County Museum of Art, The J. Paul Getty Museum (Los Ángeles, Estados Unidos), el Metropolitan Museum de Nueva York, el Museo de Bellas Artes de Lyon (Francia), el Hermitage de San Petersburgo (Rusia), la National Gallery of Art de Washington D.C. (Estados Unidos), el Rijksmuseum de Ámsterdam, etc.