Valentin de Boulogne

VALENTIN DE BOULOGNE (Francia, 1594 – Italia, 1632)
“Susana y los viejos”.
Óleo sobre lienzo.
Obra publicada en PAPI, G., Bartolomeo Manfredi, Edizioni dei Soncino, p.299.
Posee marco del siglo XVII.
Medidas: 49,5 x 66 cm; 74,5 x 92 cm (marco).
Vemos en esta pintura el tema de Susana en el baño, historia narrada en el Antiguo Testamento, concretamente en el Libro de Daniel. En este caso el autor elige un instante de gran dramatismo, en el que susana ya tiene a los hombres casi encima. El artista se vale del color para enfatizar la inocencia de susana, cuyo cuerpo desnudo es el único punto de iluminación de la escena que queda en penumbra. La historia eertenece a la versión griega de la Biblia, conocida como Septuaginta, cuyo origen se remonta al siglo III a.C. Susana era una bella y casta mujer, esposa de Joaquín, un rico judío del Exilio Babilónico. Es vista y deseada por dos ancianos que habían sido nombrados jueces entre los judíos en el exilio; ambos se ponen de acuerdo para sorprenderla a solas y convencerla de que se entregue a ellos. En la versión más difundida en el arte de la historia, esto ocurre durante el baño de la joven. Susana, sin embargo, se enfrenta a los ancianos, y les dice que prefiere la muerte antes que el pecado. Los hombres, al verse rechazados, acusan a Susana de adulterio, y ésta es llevada a juicio, donde ellos testifican falsamente en su contra. Ante la importancia de sus acusadores, Susana es condenada a morir lapidada. No obstante, en el camino a su muerte el profeta Daniel, que por entonces es sólo un niño, detiene el cortejo popular y reprende a la gente por estar actuando sin conocimiento pleno de la causa, y pide separar a los dos ancianos para interrogarlos con inteligencia. Los dos falsos testigos caen entonces en contradicción en sus declaraciones, y son condenados a muerte en lugar de Susana.
Por sus características formales y temáticas podemos atribuir esta obra a Valentin de Boulogne, pintor francés del barroco enmarcado dentro del caravaggismo. De hecho, aunque en la escena se aprecia el dominio clásico en las anatomías y la composición, no sólo el naturalismo de la imagen sino, ante todo, el propio tema elegido, la sitúan dentro de la órbita del barroco caravaggista. El propio Valentin de Boulogne representó escenas similares, ejemplo de las cuales es “Pelea de jugadores de cartas” (Tours, Museo de Bellas Artes). Intalado en Roma desde 1612, Boulogne conoció allí la obra de Caravaggio y Manfredi, y se formó con Simon Vouet. Formó parte del grupo de pintores nórdicos conocido como “Bentvögel” y entró en contacto con los ambientes populares de la capital italiana, que representó en sus cuadros costumbristas.