Henri Emile Allouard

HENRI EMILE ALLOUARD (París, 1844 - 1929).
“Juana de Arco tras la victoria”.
Bronce dorado y patinado.
Base de mármol.
La espada es independiente.
Medidas: 67 x 19 x 24 cm.
La pieza representa la figura en pie de Juana de Arco, también conocida como la “Doncella de Orleans”. La mujer aparece vestida con armadura completa o “arnés blanco”, un tipo de armadura realizada a partir de piezas metálicas articuladas entre sí que cubría al guerrero de finales de la edad media desde los pies hasta la cabeza. Juana de Arco, heroína, militar y santa francesa, nació en un pequeño pueblo de la Lorena francesa y con solo 17 años, en 1429, encabezaría el ejército francés en lucha contra los ingleses en el contexto de la Guerra de los Cien Años. La joven sería más tarde capturada por los ingleses, que la juzgaron por hereje y la condenaron a ser quemada viva en 1431. La figura presenta una gestualidad plena de naturalismo, apoyada sobre su espada con la cabeza elevada, dirigiendo la vista hacia el cielo, buscando, tal vez, la inspiración divina.
Henri Emile Allouard fue un artista polifacético, que trabajó, a lo largo de su carrera, tanto en el campo pictórico como en el escultórico. Su dedicación exclusiva al arte fue tardía, pues en los momentos iniciales de su trayectoria hubo de practicar otros oficios a fin de sobrevivir. Expondría en los Salones de París entre el 1865 y el 1928 y participaría también en algunas exposiciones universales. Su escultura ejemplifica el estilo "neo-barroco" en boga en Frnacia a finales del siglo XIX, ligado al estilo de Segundo Imperio. La pieza representa la figura en pie de Juana de Arco, también conocida como la “Doncella de Orleans”, en pleno rapto de éxtasis tras sus victorias militares. La mujer aparece vestida con armadura completa o “arnés blanco”, un tipo de armadura realizada a partir de piezas metálicas articuladas entre sí que cubría al guerrero de finales de la edad media desde los pies hasta la cabeza, aunque una falda cubre sus piernas y ondea al viento, incrementando la sensación de vitalidad y dinamismo que impregna la figura. Juana de Arco, heroína, militar y santa francesa, nació en un pequeño pueblo de la Lorena francesa y con solo 17 años, en 1429, encabezaría el ejército francés en lucha contra los ingleses en el contexto de la Guerra de los Cien Años. La joven sería más tarde capturada por los ingleses, que la juzgaron por hereje y la condenaron a ser quemada viva en 1431. La figura se sitúa en pie sobre lo que parece ser una construcción. Se ha despojado del yelmo y los guanteletes, que se ven a sus pies, y eleva el rostro al cielo, sujetando entre ambas manos la espada, como una ofrenda a la divinidad. El artista ha contrastado el aspecto más rugoso, basto, del soporte de la escultura, con la delicadeza del bruñido de la figura de la santa, a la que la luz arranca bellos reflejos.