Andrea Celesti

ANDREA CELESTI (Venecia, 1637 - 1712).
“La liberación de San Pedro”.
Óleo sobre lienzo.
En su tela original del siglo XVII.
Firmado por anagrama con iniciales al dorso. Con números inscritos.
Medidas: 54 x 41 cm.
Casi como un sueño, así nos presenta Andrea Celesti la liberación de San Pedro. Sobre un fondo oscuro que envuelve toda la composición. La celda de una cárcel a oscuras en la que apenas distinguimos los rostros de dos personajes. En la mitad del lateral derecho un San Pedro sorprendido, agitado, sobresaltado incorporándose como si se despertara, es tocado por un ángel. De su mano apoyada del manto amarillo de Pedro no indica el recorrido del episodio que nuestra mirada a de seguir con un destello de luz.
Ese sutil resplandor nos llama al entreverado rostro del ángel que aun difuminado y difuso va haciéndose más nítido hasta llegar a su mano derecha. Con esa mano y ese dedo índice, indica el camino a seguir por San Pedro. Un mensaje claro y directo, que con la luz directa y brillante nos está reforzando la propia voluntad divina.
Andrea Celesti puede considerarse como uno de los máximos exponentes tardobarrocos en Venecia. Se formó primero con el maestro Matteo Ponzoni y después con Sebastiano Mazzoni. De este último toma el trato del color y es fuente de inspiración en la forma de crear los esquemas compositivos de las obras llenas de movimientos gráciles, elegantes cargados de una profunda teatralidad. Sin embargo Celesti añade a ese bagaje su interés por el tenebrismo de principios del siglo XVII.
En 1688 ejecuta siete obras sobre episodios de la vida de san Pedro para la catedral de San Pedro y san Pablo de Toscolano. De hecho, existe una obra con el tema de la Liberación de San Pedro por lo que es muy probable que nuestra obra se trate de una muestra para la comisión que le encargó dichas pinturas.
De nuevo en Venecia en 1700 se adapta a la moda impuesta por artistas como Giovanni Coli o Filippo Gherardi que crean una estética cercada al antiguo Veronés. De esta esta etapa sería El Festín de Baltasar de 1705 conservado en el Museo del Hermitage de San Petersburgo. Finalmente, en sus últimas obras vuelve al estilo tenebrista aumentando el efecto dramático como las pinturas hechas para la catedral de Verolanuova. Tuvo Celesti además de fama dentro del panorama veneciano del momento cierta influencia en pintores del principio del rococó tanto en Venecia como Austria o Francia como por ejemplo Jean -Honoré Fragonard que se declaró como admirador suyo.