Escuela española, s. XVII.

Escuela española, siglo XVII.
“Adoración de los pastores”.
Óleo sobre cobre.
En buen estado de conservación. Necesita limpieza.
Medidas: 51 x 42 cm.; 85 x 76,50 cm. (marco).

En este lienzo, de composición animada por numerosos personajes, se representa un tema clásico en la Historia del Arte, el de los pastores adorando al Niño Jesús recién nacido en el portal de Belén. Se trata de una escena que se presta a ser interpretada como una amplia composición con numerosos personajes, trabajada en clave costumbrista, por lo que fue muy del gusto de los pintores barrocos, que buscaban ante todo un arte natural y cercano, que conmoviese el ánimo del fiel y le hiciese sentirse cercano a lo que se representaba en el lienzo, a la historia sagrada. Sin embargo, en este caso los elementos divinos se mantienen, a modo de rompimiento de Gloria en la parte superior, con tres querubines entre nubes doradas.

La escuela española del siglo XVI se caracteriza por la penetración del renacimiento italiano, que llega primero en su forma primitiva, con las obras del Quattrocento, y pronto deja paso a las contemporáneas influencias manieristas. Se produce en esta centuria la transición entre el lenguaje de influencia flamenca dominante hasta entonces en España y el nuevo estilo italianizante, que deja atrás el sentido rico y detallista del lenguaje hispanoflamenco. No obstante, esta llegada de nuevos estilos no será uniforme en toda España; en el litoral mediterráneo llegarán antes estas influencias gracias a la vinculación de la corona de Aragón con Italia. En cambio, en Castilla y el interior de la Península pervivirán las influencias flamencas y tardogóticas, en gran parte impulsadas por los Reyes Católicos y por una clientela aún apegada a las antiguas formas. Así mientras en Valencia tenemos figuras como Fernando Yánez de la Almedina (act. 1505-1537), posible colaborador en Italia de Leonardo da Vinci y seguidor de su estilo con una altísima calidad, en Castilla Juan de Borgoña (act. 1494-1536) comienza tímidamente a introducir algunos elementos, como arquitecturas clásicas, en obras decididamente flamencas, y en Andalucía Alejo Fernández (h. 1475-1545) sigue un lenguaje similar, que coexistirá en sus últimos años con el manierismo de Pedro de Machuca (h. 1490-1550) y Pedro de Campaña (1503 – h. 1580), introductor este último del manierismo rafaelesco, ya a partir del segundo tercio del siglo XVI. En este segundo tercio Valencia se desmarcará por lo avanzado de su lenguaje, especialmente gracias a la presencia allí de obras del italiano Sebastiano del Piombo (1485-1547). Aunque a mediados del siglo encontramos reminiscencias flamencas conjugadas con el manierismo en autores como Luis de Morales (1512-1586), ya en el último tercio del siglo se produce un importante salto de calidad en torno a la construcción de El Escorial y a la corte de Felipe II. Encontraremos en este contexto a personajes como Juan Fernández de Navarrete, de clara influencia veneciana, o a Alonso Sánchez Coello (h. 1531-1588).