GIOVANNI BATTISTA RECCO (Nápoles, 1610 - 1660).
“Interior de cocina”, c. 1630.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Posee informe de espertización de Don Nicola Spinosa.
Medidas: 118 x 176 cm; 139 x 195 cm (marco).
Siguiendo el informe realizado por Don Nicola Spinosa, director del Museo Nazionale di Capodimonte;: “El cuadro, inédito y en buen estado, a pesar de llevar las iniciales D I en la cuchara apoyada con dos tenedores sobre la mesa de piedra, en alusión a su presunto autor, pero más probablemente al nombre del cliente, es con certeza obra de Juan Bautista alrededor de 1630-1635. El lienzo en cuestión presenta sobre una mesa de piedra, casi como si se tratara de una "exposición", un notable conjunto de varias ollas de cobre forjado, un producto típico de la artesanía napolitana que, perdurando hasta principios del siglo XX, se concentró sobre todo en numerosos 'tiendas' activas en la zona portuaria y, en particular, en la llamada rua Catalana, conocida desde la época de Giovanni Boccaccio, quien la menciona en uno de sus cuentos -el de Andreuccio da Perugia- incluido en el Decameron. La cesión del cuadro en cuestión a Giovan Battista, también mencionado en las fuentes como Titta Recco, hermano de Giacomo y padre de Giuseppe, ambos conocidos pintores de "naturalezas muertas" y pertenecientes a una conocida familia que incluía también a expertos en mayólica. La pieza se basa en las estrictas afinidades estilísticas con algunas composiciones de "naturaleza en pose" que le han sido asignadas durante mucho tiempo por la crítica moderna y contemporánea. Como en el caso de los dos lienzos con cabezas de cabra del Museo Capodimonte, el interior de la cocina del Museo Regional del Palacio Abatellis de Palermo u otros dos interiores de cocina pertenecientes a dos colecciones privadas napolitanas diferentes (para estos cuadros y para otras composiciones de Giovan Battista Recco, ver R.
Middione en Civiltà del Seicento a Napoli, catálogo de la exposición editado por N. Spinosa, vol. yo, págs. 386 y ss., Nápoles 1984): pinturas en las que, como en otros lienzos de Titta Recco con temas similares, aparecen cacerolas de cobre labrado idénticas o casi idénticas, en cuanto a la representación pictórica, a las pintadas, después de la mitad del siglo, también de su hijo Giuseppe, aunque en lienzos más pequeños. Sin embargo, lo que distingue a Giovan Battista tanto de su hermano Giacomo, conocido sobre todo por los jarrones con composiciones florales y de su hijo Giuseppe, como de otros 'generistas' napolitanos de principios del siglo XVII, como Luca Forte o el joven Paolo Porpora, es en particular la adhesión al vigoroso naturalismo de la matriz de Caravaggio importada a Nápoles desde Roma, donde fue formado muy joven tras dejar Valencia, por Jusepe de Ribera a partir de mediados de 1616, cuando se trasladó definitivamente a la capital del virreinato del sur.
Además, en confirmación de la atención de Giovan Battista Recco a los ejemplos naturalistas de Ribera, también se ha destacado cómo sus 'naturalezas muertas' resumen casi literalmente, como en el caso del mismo lienzo aquí en cuestión, algunas inserciones destacables por naturaleza en pose ' pintada por el pintor de origen español en sus numerosas composiciones de tema tanto sacro como profano, datadas desde los años de su juvenil estancia en Roma hasta su avanzada madurez hacia 1640.
Además, como confirmación de la relación de Giovan Battista Recco con los más importantes exponentes de las tendencias del naturalismo en Nápoles, cabe señalar que las dos figuras de presuntos artesanos que aparecen en la composición en cuestión ciertamente pueden adscribirse a la mano de Giuseppe di Guido: un pintor estilísticamente cercano a los ejemplos conocidos de Giovan Battista Caracciolo posterior a 1610 y en la que se ha identificado el llamado Maestro de Fontanarosa, de la localidad de Beneventano en cuya iglesia parroquial se conserva".