DESCRIPCIÓN
Atribuido a CLAUDE VIGNON ( Tours, Francia, 1593 –1670).
“Busto masculino”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 80 x 68 cm.
Vemos en este lienzo un retrato de busto de un caballero de mirada severa, clavada en el espectador, sin más símbolos de su rango que la dignidad que desprende su rostro, la espada que sostiene bajo uno de sus brazos y sus ropajes, que siguen la moda imperante en la Europa de la época. El personaje destaca sobre un fondo neutro y oscuro. Su rostro, vivamente iluminado, queda modelado precisamente a través del contraste de luces y sombras, magníficamente trabajado. Técnicamente la obra se destaca por el uso de pinceladas precisas y definidas. Además de un uso de la luz que incide sobre las carnaciones, resaltando la mirada, de gran hondura psicológica. Un halo de melancolía la atraviesa. Es un aspecto fundamental del retrato de la época, transmitir la personalidad y el ánimo del retratado, que no se expresaba en épocas anteriores centradas exclusivamente en la apariencia externa. El naturalismo aboga por la no idealización del semblante. Frente a otras tendencias coetáneas de la pintura volcadas en el decorativismo, en este retrato prevalece la sobria y mesurada elegancia. Por su tema, su encuadre de medio cuerpo y sus poderosos claroscuros, esta composición se acerca estéticamente a la pintura del artista francés Claude Vignon, en concreto a piezas como e retrato de François Langlois que pertenece a la colección de David Museum and Cultural Centre o al retrato de joven cantante que se encuentra en el Louvre de París.
Claude Vignon fue un pintor, grabador e ilustrador francés que trabajó en una amplia gama de géneros. Durante un periodo de estudios en Italia. Artista prolífico, su obra ha permanecido enigmática, contradictoria y difícil de definir dentro de un único término o estilo. Sus obras de madurez son de colores vibrantes, espléndidamente iluminadas y a menudo extremadamente expresivas. Vignon trabajaba con una técnica fluida, cuyo resultado era una pincelada casi eléctrica. Destacó especialmente en la representación de tejidos, oro y piedras preciosas. Recibió su formación artística inicial en París, de la mano del pintor manierista Jacob Bunel, representante de la Segunda Escuela de Fontainebleau. Aunque Vignon no aparece documentado en Roma hasta 1618-19, es probable que residiera allí durante toda esa década. Allí formó parte de la comunidad francesa de pintores, entre los que se encontraban Simon Vouet y Valentin de Boulogne, ambos miembros destacados de los Caravaggisti, artistas que trabajaban en un estilo influido por Caravaggio. Tras su regreso a París, se convirtió en uno de los artistas más respetados, productivos y exitosos de la ciudad. Entre sus mecenas se cuentan el rey Luis XIII y el cardenal Richelieu, y también trabajó para mecenas eclesiásticos y clientes privados. Se asoció con el editor de grabados y marchante de arte François Langlois. Claude Vignon fue un artista muy versátil que asimiló elementos de diversos estilos, desde el manierismo hasta el arte veneciano, holandés y alemán. Influyeron en su estilo las obras del pintor caravaggesco veneciano Domenico Fetti, del alemán Adam Elsheimer y de los holandeses Jacob Pynas, Pieter Lastman, entre otros.