DESCRIPCIÓN
GIL DE ENCINAS (Zamora, activo a finales del siglo XV-principios del siglo XVI).
“San Bartolomé, San Jerónimo, San Sebastián y Santa Catalina”.
Conjunto de cuatro pinturas sobre tabla.
Obra revisada por la Doctora Irune Fiz Fuertes, especialista en pintura zamorana del siglo XVI.
Procedencia:
- Colección Pellisson. En una etiqueta pegada al marco de los paneles, inscripción manuscrita en tinta azul: Sr. George Pelisson.
Cada tabla tiene un número que quizás corresponda al catálogo de venta de esta colección. Todas estas obras pertenecían al mismo gran retablo del que sin duda constituían los elementos de la predela.
Exportables.
Presentan repintes y xilófagos tratados. Con faltas de policromía y faltas en la madera de algunos de los marcos.
Algunas partes de los marcos han sido restauradas. Dichos marcos han sido ejecutados en madera dorada y cuentan con inscripciones en letras clásicas trazadas a esgrafiado sobre el fondo en lámina de oro.
Medidas: 58 x 43 cm; 72 x 52 cm (marco).
Este excepcional conjunto de cuatro tablas realizado por Gil de Encinas representa a cada santo de pie frente a un muro bajo decorado con un pórtico. Cada imagen se abre a un paisaje lacustre o montañoso y se reconoce por su tipo físico o sus atributos, descritos según la Leyenda áurea de Jacques de Voragine: el cuchillo y el diablo encadenado para San Bartolomé, el hábito cardenalicio y el león de San Jerónimo, las flechas del martirio de San Sebastián y la diadema de princesa, la rueda y la espada del martirio de Santa Catalina.
La parte superior de cada panel está adornada con un arco ornamental que rodean las figuras, tallado en madera dorada y adornada con tracería que remata la imagen de cada santo.
Estudiosos en el artista vinculan a Gil de Encinas, pintor zamorano del que apenas se conocen datos de su biografía, con la prolífica escuela del Maestro de Astorga, especialmente con su producción zamorana. El maestro de Astorga es considerado uno de los principales artistas de la Castilla renacentista. Bien es cierto que no se conocen muchos datos biográficos sobre el artista, de tal modo que no se conoce su nombre, aunque sí que estuvo en activo en león a principios del siglo XVI. De su mano se conocen el Retablo de San Miguel en la catedral de Astorga, o el Nacimiento de Cristo con santo Domingo y san Lorenzo y la Historia de Santiago que pertenece a la colección del Museo Lázaro Galdiano y las cinco tablas que se encuentran en la colección del Museo del Prado de Madrid.
Se destaca la tabla del Nacimiento con Santo Domingo y San Lorenzo (Madrid, Museo Lázaro Galdiano), que constituye aquí un válido punto de comparación. Parece existir una elocuente comparación con la Natividad, elemento del tríptico de Torre de Luzea (Zarauz, Guipúzcoa, Banco Hispano Americano) entregado al Maestro de Zamora u obrando en el primer tercio del siglo XVI, donde encontramos numerosos puntos en común: misma ambientación, misma situación de los personajes dentro de la arquitectura y el paisaje, idénticos rostros oblongos y bien caracterizados de las figuras y similar tratamiento de los ropajes.