Escuela mallorquina, círculo de MIQUEL BESTARD (Palma de Mallorca, 1592 – 1633); segunda mitad del siglo XVII.
“El martirio de Beato Ramón Llull”.
Óleo sobre lienzo.
Conserva marco de época.
Medidas: 85 x 210 cm.
En esta escena apaisada el autor nos presenta a un numeroso grupo de personajes que se disponen a los laterales de un santo situado en el centro de la escena, cuya vestimenta negra sobre los tonos más claros utilizados por el pintor, evidencian la preponderancia de esta figura. El artista acentúa el dramatismo y la conmoción de la escena, de clara herencia flamenca, con una gran cantidad de figuras captadas cada una de ellas de un modo individual, algunas mostrando forzados escorzos y contrapostos exgerados. Además, la construcción del espacio en profundidad ayuda a potenciar el dinamismo que el autor consigue en los primeros planos. La escena en general está tratada con un lenguaje descriptivo y enormemente narrativo, propio de Bestard. Iconográficamente la obra recoge el martirio de Ramon Llull (c. 1232 - 1315/1316), quien fue un filósofo, teólogo, poeta, misionero y apologista cristiano del Reino de Mallorca. Inventó un sistema filosófico conocido como el Arte, concebido como una especie de lógica universal para demostrar la verdad de la doctrina cristiana a los interlocutores de todas las religiones y nacionalidades. El Arte consiste en un conjunto de principios generales y operaciones combinatorias..En 1314, a la edad de 82 años, Llull viajó de nuevo a Túnez, posiblemente motivado por la correspondencia entre el rey Jaime II de Aragón y al-Lihyani, el califa hafsí, indicando que el califa deseaba convertirse al cristianismo. Si bien Llull había tenido dificultades durante sus visitas anteriores al norte de África, esta vez se le permitió operar sin la interferencia de las autoridades debido a la mejora de las relaciones entre Túnez y Aragón. Las circunstancias de su muerte siguen siendo desconocidas. Probablemente murió en algún momento entre entonces y marzo de 1316, ya sea en Túnez, en el barco en el viaje de regreso, o en Mallorca a su regreso.
Por sus características formales podemos atribuir esta obra a Miquel Bestard, pintor mallorquín formado en la tradición manierista y activo en el primer barroco. Su producción puede agruparse en dos bloques bien diferenciados: la pintura religiosa por un lado, realizada para distintas iglesias y conventos mallorquines, y los motivos profanos por otro, que incluyen vistas de Mallorca desde el puerto, incendios de Troya y combates navales. Estas últimas son obras de gran tamaño, y le valieron a su autor el sobrenombre de “el pintor loco” por la fantasía y extravagancia de sus paisajes. También realizó obras relacionadas con la figura de Ramon Llull, como “Escenas de la vida de Ramon Llull” (colección particular), “Lapidación de Ramon Llull” (iglesia de Sant Francesc, Palma), “Ramon Llull en el concilio de Vienne” (ídem) o “Ramon Llull” (Col•legi de la Sapiència, Palma). Dentro de su producción religiosa cabe destacar sus lienzos dedicados a la Inmaculada de Can Vivot y las iglesias de Monti-Sion, Sant Francesc y San Alonso Rodríguez (Palma). En ocasiones, Bestard unión los temas religiosos con la pintura de paisajes, en obras generalmente de dimensiones considerables, destacando pinturas como “Martirio de santos” (colección particular, Palma) y “Fábula mitológica” (ídem). Bestard fue, pese a su temprana muerte, un pintor de éxito, con encargos abundantes y ambiciosos, como se deduce de su uso de formatos monumentales, y de ahí que pudiera dedicarse libremente a una temática tan variada, que incluye el paisaje y la mitología además de los temas religiosos propios de la época. Fue incluso conocido fuera de Mallorca, como prueban varios encargos realizados desde Cataluña. Los inventarios de bienes de la época confirman que existían muchas obras de su mano en Mallorca, probablemente parte de una producción seriada que el pintor vendía con facilidad.