Masriera y Carreras

MASRIERA Y CARRERAS.
Cruz relicario. Barcelona, ca. 1957.
Plata, bronce y esmalte champlevé.
Firmada.
Un ejemplar similar, con diferente color de la aureola de Cristo, aparece publicado en Els Masriera. Un segle de joieria i orfebreria, pág. 187, ref. 251.
Esta cruz es un relicario que contiene un fragmento de la Vera Cruz o Lignum Crucis. Un dibujo casi idéntico consta en el Catàleg de models Masriera y Carreras, vol. 6, núm. 5103.
Medidas: 9 x 6 cm.

Cruz colgante en plata sobredorada y esmaltes champlevé con orla de vitral en esmaltes blancos. Los extremos de la cruz están decorados con representaciones esmaltadas de los cuatro Evangelistas, siguiendo un estilo gótico refinado.

La firma de platería y joyería nace en Barcelona en 1839, de la mano de Josep Masriera Vidal. El proceso de elaboración de sus piezas, desde el diseño hasta el último pulido, se realizaba íntegramente en su taller familiar, el cual fue expandiéndose a medida que aumentaba la demanda. A finales del siglo XIX, Masriera se consolidó como el taller más prestigioso de Barcelona, obteniendo la Medalla de Oro y el Premio Único otorgados por la Associació d’Artífexs en Joieria i Plateria de Barcelona.
En 1887, la firma pasa a denominarse Masriera y Hermanos, con Josep Masriera Manovens al frente. En esta etapa, la producción se amplía a la joyería gracias a la recuperación de diversas técnicas de esmaltado. Su hijo, Lluís Masriera Rosés, se convierte en una figura clave del modernismo catalán, alcanzando prestigio a nivel internacional.
En 1915, en pleno Noucentisme, se produce la fusión de dos de las casas de platería y joyería más antiguas de Cataluña: Masriera y Hermanos y Joaquim Carreras Nolla, activa desde 1766. Así nace la firma Masriera y Carreras, especializada en la producción de los diseños de Lluís Masriera y en el emergente estilo Art Déco. La participación de la firma en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas de París (1925) y en la Exposición Universal de Barcelona (1929) supuso su definitivo reconocimiento internacional.
En 1985, Masriera y Carreras se fusiona con Bagués, otra histórica casa de joyería barcelonesa, dando lugar a Bagués-Masriera, firma que sigue en activo en la actualidad.