DESCRIPCIÓN
Atribuido a GIUSEPPE MARIA CRESPI (Bolonia, Italia, 1665 – 1747).
“Cristo camino hacia el Calvario”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta etiqueta al dorso.
Posee marco del siglo XIX.
Medidas: 30,5 x 22 cm; 37,5 x 28 cm (marco).
El autor de esta obra nos presenta una escena narrativa en la cual utiliza una composición clásica basada en un triángulo. Sin embargo, el escorzo de la Virgen y el contraposto del personaje que tira de Cristo. Esta concepción compositiva completamente barroca, que favorece el dinamismo de la escena, nos revela la destreza del autor. La expresividad de la disposición de los elementos entronca con el dramatismo propio de la representación de la caída de Cristo, durante el calvario. Agotadas las fuerzas por la sangre pérdida en la flagelación, debilitado por los sufrimientos físicos y morales que le habían infringido la noche anterior, y sin haber dormido, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz. Se sucedieron entonces los golpes e imprecaciones de los soldados, las risas expectantes del público. Jesús, con toda la fuerza de su voluntad y a empellones, logró levantarse para seguir su camino. Según las interpretaciones teológicas, Jesús nos invita con sus actos a cargar con nuestra cruz y a seguirle, nos enseña aquí que también nosotros podemos caer, y que hemos de comprender a los que caen; que ninguno debe quedar postrado, todos hemos de levantarnos con humildad y confianza buscando su ayuda y perdón.
Apodado “Lo Spagnuolo”, Giuseppe Maria Crespi es hoy reconocido como uno de los grandes pintores de género del barroco italiano. Perteneciente a la escuela boloñesa, también abordó temas religiosos y realizó retratos. Inició su formación con doce años en el taller de Angelo Michele Toni, un pintor boloñés poco conocido, y entre los quince y los dieciocho continuó sus estudios en el taller de Domenico Maria Canuti. Desde sus inicios se interesó por los grandes maestros boloñeses de finales del siglo XVI, como demuestran las copias que realizó de los frescos de los Carracci y varias obras de Guercino. Hacia 1684 ingresó en la academia de dibujo que dirigía Carlo Cignani, la “Accademia del Nudo”. Dos años más tarde Cignani sería sucedido en la academia por Giovanni Antonio Burrini, quien probablemente orientó al joven Crespi hacia el estudio de la pintura veneciana. Finalizada su formación, realizará una serie de viajes por Urbino, Parma y Venecia, gracias al apoyo económico del marchante Giovanni Ricci. Pudo conocer así la obra de los grandes maestros del norte, interesándose especialmente por Correggio, Veronés y Tiziano.