ENRIQUE SIMONET Y LOMBARDO (Valencia, 1863 – Madrid, 1927).
Sin título.
Óleo sobre tabla.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 34 x 29 cm; 38 x 33 cm (marco).
En esta obra el pintor trabaja sobre un dibujo desplegando un cromatismo muy trabajado, lleno de matices, aplicado con una pincelada de influencia preciosista que se suporpone sobre la rígidez del dibujo. El tema es uno de los clásicos de la pintura orientalista tradicional del siglo XIX, la bella odalisca de piel clara y belleza clásica, más una princesa cristiana cautiva que una mujer árabe, consumación de la fantasía burguesa europea.
Simonet inicia su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, y continúa en Málaga, en el taller de Bernardo Ferrándiz. En 1887 marcha a Roma, realizando un viaje por toda Italia. En la capital italiana su aprendizaje queda completamente condicionado por el clasicismo imperante en la época, como se aprecia en su obra “La decapitación de San Pedro”, que ocuparía una lugar preferencial en la catedral de Málaga. Visitó París varias veces, y en 1890 recorrió el Mediterráneo. En 1892 obtuvo la primera medalla en la Exposición Internacional de Madrid, con la obra que supuso su primer éxito, “Flevit super illam”, pintada en Roma. Obtuvo galardones también en la Exposición Universal de Chicago (1894), Barcelona (1896) y París (1900). Entre 1893 y 1894 viajó a Marruecos como corresponsal de “La Ilustración Española y Americana”, y en 1901 obtiene una cátedra en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, ciudad en la que se instala. En 1911 pasa a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, también como catedrático, y entre 1921 y 1922 fue director de la Residencia El Paular para paisajistas. Está representado en el Museo del Prado, el de Bellas Artes de Málaga y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.