Escuela española del siglo XIX.
“Inmaculada”.
Madera tallada y policromada.
Orla de metal.
Medidas: 104 x 33 x 33 cm.
La figura de la Virgen como Purísima Concepción se alza sobre una base en madera tallada de molduras curvas y grandes roleos que representan nubes y una media luna creciente. Con su pie derecho pisa la serpiente, símbolo del mal. María se erige solemne envuelta en una túnica blanca y un manto azul de borde dorado. La joven Virgen une sus manos sobre el pecho, y mantiene la mirada alta. Sus rasgos finos, idealizados, aportan una calma a la figura también habitual en las Inmaculadas.