Seguidor de JUAN DE JUANES (¿Valencia?, 1510 – Bocairente, Valencia, 1579), c. 1600.
“Ecce homo”.
Óleo sobre tabla. Engatillada.
Presenta restauraciones.
Medidas: 77 x 62 cm; 88 x 74 cm (marco).
En este lienzo devocional, pintado para un altar o capilla particular, se representa el tema del Ecce Homo, muy corriente en este tipo de pinturas. De composición sencilla y clara, con el rostro de Cristo en primer término, la ausencia de detalles narrativos ahonda en el poder expresivo y el pathos, pensado para conmover el ánimo del fiel que ora ante la imagen, dentro de un sentido tremendista muy propio de los países católicos. Estéticamente la obra se acerca a la pintura de Juan de Juanes en concreto a la tabla pintada hacia 1570 por Juan de Juanes, actualmente conservada en el Museo del Prado, que procedía de la colección Real.
El tema del Ecce Homo pertenece al ciclo de la Pasión, y precede al episodio de la Crucifixión. Siguiendo esta iconografía, se presenta a Jesús en el momento en que los soldados se burlan de él, tras coronarle de espinas, vestirle con una túnica púrpura (aquí roja, color simbólico de la Pasión) y colocarle una caña en la mano, arrodillándose y exclamando “¡Salve, rey de los judíos!”. Las palabras “Ecce Homo” son las pronunciadas por Pilatos al presentar a Cristo ante la multitud; su traducción es “he aquí el hombre”, frase mediante la cual se mofa de Jesús y da a entender que el poder de Cristo no era tal frente al de los dirigentes que allí le estaban juzgando. Por sus características formales y técnicas podemos sugerir que la obra sigue modelos del artista Juan de Juanes, nombre por el que se conoce a Vicente Juan Macip, hijo de Juan Macip y pintor clave del renacimieto español. Se formó junto a su padre, y en 1534 se encargó ya en solitario del retablo de san Eloy en la iglesia de Santa Catalina, su primera obra autógrafa. Se conjetura si Juanes estudió en Italia, pues se aprecia en su obra una clara influencia de dicha escuela, especialmente de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, los historiadores tienden a pensar que nunca salió de España y que, como su padre, absorbió esas influencias observando de primera mano las pinturas italianas que llegaban al Reino de Valencia. Fue el pintor de más relevancia de la pintura valenciana de su época, y aunque se dedicó principalmente a la pintura religiosa también realizó notables retratos como el de Alfonso V de Aragón. Juan de Juanes está actualmente representado en el Museo del Prado, el Hermitage de San Petersburgo, el J. Paul Getty de Los Ángeles, el Museo de Bellas Artes de Valencia, el Courtauld Institute of Art de Londres y otras destacadas colecciones.