Escuela catalana; siglo XIX.
“Retrato de dama”.
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 71 x 59 cm.
La figura femenina fue la protagonista del modernismo catalán; una mujer moderna, manola popular o burguesa barcelonesa, damas jóvenes y elegantes sorprendidas en sus momentos de ocio, leyendo, paseando o mirando al espectador, melancólicas y tentadoras. La escuela catalana de dibujo modernista fue radicalmente opuesta a la decorativista y simbólica del Art Nouveau imperante. Realista y sintética, centra su atención en el mundo urbano contemporáneo y no en el símbolo literario. Los catalanes utilizan la misma línea sinuosa, movida y profundamente expresiva, pero la base conceptual es totalmente personal y diferente. Destaca en esta obra la impresión de fugacidad; en el mundo moderno, industrial y urbano, nada permanece, la sociedad está en constante cambio, la ciudad está en obras y la gente recorre con prisa sus calles.
En esta obra el autor representa a una dama de pose elegante cargada de instantaneidad, típica de las representaciones femeninas de la escuela catalana de finales del siglo XIX. El autor combina la sensualidad formal de la línea sinuosa, típicamente modernista, con el gran realismo con el que se ha plasmado una imagen estrictamente contemporánea.