Reloj imperio; Francia, 1810.
Bronce dorado.
Medidas: 35 x 35 x 12 cm.
Reloj imperio realizado en bronce dorado que se asienta sobre una gran peana de líneas rectas y angulosas características de la época y el estilo. Esta base volumétrica se asienta sobre cuatro patas. En la zona central un aplique adorna la base con una gran guirnalda sostenida por angelitos en los extremos y con una gran lira en el centro. En la zona superior una dama sentada en un carro dirige a dos canes en actitud activa. La rueda del carro sirve a la obra escultórica para albergar la esfera del reloj de numeración romana en negro sobre dorado.
Los relojes de bronce de sobremesa del siglo XIX fueron piezas clave en la decoración y el diseño de interiores, además de símbolos de estatus social y refinamiento. Elaborados con gran detalle y a menudo adornados con motivos artísticos, estos relojes no solo servían para medir el tiempo, sino que también reflejaban los avances técnicos y el gusto por la artesanía fina de la época. El bronce, un material duradero y estéticamente apreciado, permitía la creación de formas complejas y elegantes, integrando estilos como el neoclásico o el rococó, lo que los convertía en objetos altamente valorados en las residencias de la alta sociedad.