Reloj; Francia, segundo tercio del siglo XIX.
Bronce dorado y porcelana esmaltada.
Posee suspensión de hilo de seda.
Conserva llave.
Presenta desgastes en el dorado y no conserva péndulo.
Firmado “ De la combe y Delepine Arsene” (maquinaria).
Medidas: 57 x 41 x 25 cm.
Este reloj francés de bronce dorado se caracteriza por su detallado trabajo ornamental y sus referencias mitológicas. En la base, el reloj se apoya sobre patas en forma de hojas de acanto, que le dan estabilidad y un toque clásico de inspiración grecorromana. Este motivo vegetal, típico del estilo decorativo francés, evoca la robustez y el dinamismo, además de aportar una estética refinada y natural. El cuerpo principal del reloj presenta en los laterales dos figuras de faunos, que actúan como cariátides. Los faunos, con sus rasgos salvajes y mitológicos, sostienen la estructura y recuerdan la conexión con el mundo báquico. Estos personajes, mitad hombre y mitad cabra, se asocian en la mitología clásica con el dios Baco (Dionisio en la mitología griega), símbolo de la fiesta, la fertilidad y el vino. Su presencia en el reloj añade un aire alegórico.La esfera del reloj se encuentra en el centro, con numeración romana en un vibrante color azul sobre un fondo blanco, enmarcada por un anillo de bronce decorado. En la parte superior, el reloj está coronado por una escultura en bulto redondo que representa a un niño junto a una cabra, una referencia directa al tema báquico.
Los relojes de bronce de sobremesa del siglo XIX fueron piezas clave en la decoración y el diseño de interiores, además de símbolos de estatus social y refinamiento. Elaborados con gran detalle y a menudo adornados con motivos artísticos, estos relojes no solo servían para medir el tiempo, sino que también reflejaban los avances técnicos y el gusto por la artesanía fina de la época. El bronce, un material duradero y estéticamente apreciado, permitía la creación de formas complejas y elegantes, integrando estilos como el neoclásico o el rococó, lo que los convertía en objetos altamente valorados en las residencias de la alta sociedad.