Reloj de sobremesa de estilo Luis XVI; Francia, finales del siglo XIX.
Bronce dorado y porcelana esmaltada.
Posee suspensión Brocot.
Conserva péndulo y llave.
Firmado G. Schmoll à Paris (esfera); Samuel Martí (maquinaria).
Medidas: 59 x 40,5 x 20 cm.
Reloj de sobremesa cuya estructura está realidad en bronce dorado. Consta de un basamento de formas geométricas con resaltos en las esquinas, de perfil escalonado. Se alza sobre pies troncocónicos típicamente y está decorado con cajeados. Sobre este basamento se alzan cuatro piñas, una en cada esquina de la base. En el centro se centra una estructura rocosa con dos antorchas cruzadas que sirven como apoyo de la esfera del reloj adornada con números arábigos y agujas caladas. En la zona superior dos amorcillos sostiene un asa de la que parece pender el reloj.
Los relojes de bronce de sobremesa del siglo XIX fueron piezas clave en la decoración y el diseño de interiores, además de símbolos de estatus social y refinamiento. Elaborados con gran detalle y a menudo adornados con motivos artísticos, estos relojes no solo servían para medir el tiempo, sino que también reflejaban los avances técnicos y el gusto por la artesanía fina de la época. El bronce, un material duradero y estéticamente apreciado, permitía la creación de formas complejas y elegantes, integrando estilos como el neoclásico o el rococó, lo que los convertía en objetos altamente valorados en las residencias de la alta sociedad.