Reloj Imperio. Francia, c. 1805
Bronce dorado al mercurio y patinado. Números de la esfera en porcelana pintada a mano, esmaltada.
Presenta suspensión de hilo de seda.
Posee desgastes
Medidas: 48 x 42 x 15 cm.
Reloj en bronce dorado al mercurio y patinado. Presenta una base prismática apoyada sobre cuatro patas. En la zona superior el reloj remata con un grupo escultórico protagonizado por Venus y Cupido, en clara referencia a una alegoría del amor. Este modelo, con notable presencia en diferentes colecciones, como pudiera ser la colección de Palacio Real de Ámsterdam o el Museo Cooper Hewitt de Nueva York, viene siendo atribuido por la bibliografía especializada al broncista Jean-André Reiche (1752-1817), principal proveedor de bronces del emperador.
Los relojes de bronce de sobremesa fueron piezas clave en la decoración y el diseño de interiores, además de símbolos de estatus social y refinamiento. Elaborados con gran detalle y a menudo adornados con motivos artísticos, estos relojes no solo servían para medir el tiempo, sino que también reflejaban los avances técnicos y el gusto por la artesanía fina de la época. El bronce, un material duradero y estéticamente apreciado, permitía la creación de formas complejas y elegantes, integrando estilos como el neoclásico o el rococó, lo que los convertía en objetos altamente valorados en las residencias de la alta sociedad.