Reloj Luis Felipe. Francia, c. 1835
Bronce dorado al mercurio y bronce patinado. Esfera de metal pintada a mano, esmaltada.
Con suspensión del péndulo en hilo de seda
Firmado en la maquinaria: “E. Lesieur / 1827”
Medidas: 44 x 35 x 10 cm.
Los relojes de bronce de sobremesa fueron piezas clave en la decoración y el diseño de interiores, además de símbolos de estatus social y refinamiento. Elaborados con gran detalle y a menudo adornados con motivos artísticos, estos relojes no solo servían para medir el tiempo, sino que también reflejaban los avances técnicos y el gusto por la artesanía fina de la época. El bronce, un material duradero y estéticamente apreciado, permitía la creación de formas complejas y elegantes, integrando estilos como el neoclásico o el rococó, lo que los convertía en objetos altamente valorados en las residencias de la alta sociedad.