Pequeño cofre; Barcelona, principios del siglo XVIII.
Plata repujada y esmaltada.
Presentan punzón.
Medidas: 8 x 22 x 12 cm.
Peso: 1128 g.
Este pequeño cofre de principios del siglo XVIII, punzonado en Barcelona, es una obra maestra de la orfebrería y esmaltería de la época. Fabricado en plata, destaca por su forma rectangular apoyada sobre pequeñas patas que le otorgan elegancia y estabilidad. Los laterales presentan un diseño de molduras onduladas repetidas, que aportan un ritmo visual clásico y refinado.
La tapa del cofre es el elemento más notable. Está decorada con un esmalte pintado al fuego, representando una escena figurativa enmarcada por un borde de motivos en forma de gotas azul profundo. Los detalles del esmalte muestran una destreza técnica excepcional, con colores vivos y una narrativa visual rica que evoca tanto la tradición artística local como las influencias europeas barrocas. Este tipo de esmaltado era considerado un arte lujoso y reservado para piezas de gran valor simbólico y decorativo.
Este tipo de objeto tenía un propósito más allá de lo funcional. No solo servía como contenedor para guardar joyas, documentos importantes u otros artículos de valor, sino que también era un símbolo de estatus y refinamiento. La inclusión de técnicas como el esmalte pintado, junto con el uso de materiales nobles como la plata, demostraba la riqueza y el buen gusto de su propietario.
La relevancia de cofres como este radica en su capacidad de fusionar arte y utilidad. Representan una época en la que los objetos cotidianos se convertían en piezas de arte, reflejando el auge del barroco y el amor por el detalle y el simbolismo. Además, son testigos culturales que nos permiten comprender mejor las técnicas, los gustos y los valores de la sociedad del momento.