Cáliz; España, siglo XVIII.
Plata.
Con punzones.
Peso: 389 g.
Medidas: 21 x 13 x 13 cm.
Cáliz realizado dentro de un estilo barroco tardío, concretamente siguiendo los criterios del barroco depurado, basado en la expresión de la estructura y en la desornamentación, limitando el adorno a las molduras que destacan la diferencia entre cada una de las partes de la estructura, un criterio netamente clásico típico del barroco, pero que será especialmente patente en su vertiente depurada. Así, vemos una estructura limpia, muy pensada, netamente clásica salvo en el nudo de la estructura de astil que compone el fuste. Este elemento es el único que nos habla de la transición hacia el rococó, dado que el resto de la pieza se mantiene aún fielmente ligada en los modelos barrocos. Este nudo parte de la forma de vaso clásico típica del cáliz barroco, pero sin embargo su perfil empieza a tomar un trazado sinuoso, avanzando hacia el que será el nudo por excelencia del rococó: el de pera invertida. No obstante, aún aparece dividido por estrías horizontales, mientras que en el periodo rococó será un nudo unitario. Por lo demás, vemos una sucesión de estratos horizontales marcados por molduras y estrías, que abarcan desde el pie circular, con escalón cupulado y cuello acampanado, pasando por los distintos elementos de la estructura de astil (cuello inferior convexo, nudo, balaústre superior y otro cuello) hasta llegar a la copa, de subcopa diferenciada como es corriente en el barroco, a través de una moldura lisa decorada con dos estrías. El interior de la copa aparece dorado, y este acabado cubre también la parte superior en el exterior, siguiendo con la estratificación horizontal.