MARCELLO LUCARELLI (Pistoia 1923-2010)-
Sin título.
Técnica mixta sobre lienzo.
Presenta marco con leves desperfectos.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 82 x 100 cm; 92 x 110 cm (marco).
Marcello Lucarelli empezó a hacer sus primeros dibujos en el reverso de los carteles teatrales que encontraba en la barbería de su padre. Su abuelo le animó a matricularse en la escuela artesanal de Fabio Casanova. Allí comenzó a introducirse en el mundo del arte. Fue alumno de Giuseppe Lunardi y Alberto Caligiani. Para Lucarelli, su estancia en Florencia fue una de las etapas más importantes de su formación artística y cultural. Se alojó con Frosini, Jorio Vivarelli y el pintor Silvio Loffredo en Villa Favard, donde la escuela había puesto algunas habitaciones abuhardilladas a disposición de estudiantes no locales. Lucarelli también siguió trabajando, primero en el taller del escultor florentino Cesare Fiumi. Posteriormente, trabajó con Primo Conti, realizando pequeños trabajos en el taller. En 1946, se matricula en una escuela de magisterio para seguir su vocación de profesor. Ese mismo año, Lucarelli se convirtió en ayudante de Pietro Bugiani en la escuela de arte de Pistoia y en profesor en el instituto científico. Sin embargo, sería la Bienal de Venecia de 1948, donde comenzó su incursión en la abstracción. La lección de Kandinsky fue significativa en este sentido, especialmente sus paisajes de Murnau. En 1950, Marcello Lucarelli aceptó un puesto como profesor de dibujo en Cerdeña, primero en Ales y luego en Cagliari. A pesar de su compromiso docente, fue un periodo dinámico y productivo para su pintura. Su percepción consiguió establecer un vínculo emocional con la naturaleza de aquellos lugares, abrazando el entusiasmo y los nuevos estímulos. En 1952, Lucarelli participó en la IV Exposición Regional de Arte de Cagliari y, posteriormente, participó con regularidad en numerosas exposiciones. En 1954 celebró su primera exposición individual en Pistoia, presentada por Giulio Innocenti. Lucarelli regresó a Pistoia en 1960, donde impartió clases en el instituto técnico. Reanudó el contacto con sus amigos, con los que siempre había permanecido en contacto. También siguió pintando los paisajes de Cerdeña junto con rincones de la campiña toscana. Se pueden interpretar algunas notas sofisticadas en los azules, naranjas, verdes oscuros y amarillos intensos, similares a Cézanne, pero también a la Escuela de Pont-Aven cuando los colores vivos no siguen referencias naturales.