RAFAEL ZABALETA FUENTES (Quesada, Jaén, 1907–1960).
“Huerta y hortelanos”, 1949.
Óleo sobre lienzo.
Obra reproducida en el Catálogo Razonado de Mª de Guzmán, p. 452-453.
Firmado.
La obra se encuentra en buen estado, conservando su vibrante cromatismo y la energía de sus pinceladas originales.
Medidas: 65 x 81 cm: 78,5 x 95 cm (marco).
"Huerta y hortelanos" es una magnífica representación de las escenas rurales que marcaron el desarrollo estilístico de Rafael Zabaleta en la década de 1940. Esta obra refleja la conexión profunda del artista con su tierra natal, Quesada, a través de una composición que combina el costumbrismo tradicional con un tratamiento moderno de las formas y el color.
En este óleo, Zabaleta retrata a un grupo de campesinos trabajando en la huerta, rodeados de un paisaje vibrante y dinámico que evoca la riqueza de la naturaleza andaluza. Las figuras humanas, sólidas y expresivas, se enmarcan en un paisaje que destaca por su intensidad cromática y su estructura geométrica, con una clara influencia de Cézanne y del lenguaje pictórico vanguardista que el artista asimiló durante sus viajes y estudios.
Esta obra es un excelente ejemplo del periodo en el que Zabaleta comienza a consolidar un estilo propio, fusionando la tradición rural española con las corrientes de la modernidad. Aunque pertenece a un momento previo a su consagración definitiva en los años 50, "Huerta y hortelanos" demuestra ya la sensibilidad y el dominio técnico que caracterizan la obra de este pintor.
Rafael Zabaleta, nacido en Quesada (Jaén) en una familia acomodada, es uno de los grandes referentes de la pintura española del siglo XX. Formado en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, tuvo como maestros a figuras como Cecilio Pla e Ignacio Pinazo. En 1932 participó en su primera exposición colectiva, y tres años después viajó a París, donde estudió a los grandes maestros contemporáneos.
Tras la Guerra Civil, en la que realizó una notable serie de dibujos, Zabaleta superó momentos difíciles para consagrarse definitivamente en los años 50. En 1951 celebró una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Madrid y, en 1955, recibió el Premio UNESCO en la Bienal Hispanoamericana de Barcelona. Durante su trayectoria, participó en importantes salones y exposiciones tanto en España como en el extranjero, destacando su conexión con París y su amistad con artistas como Picasso.
Zabaleta desarrolló un lenguaje pictórico único, en el que combinó influencias vanguardistas con una profunda conexión con su tierra natal, Quesada, que plasmó en paisajes y escenas rurales llenas de fuerza expresiva. Su obra, reconocida por su colorido vibrante y síntesis formal, está representada en importantes instituciones como el Museo Reina Sofía (Madrid), el Museo Zabaleta-Miguel Hernández (Quesada, dedicado a su legado), y en colecciones internacionales de gran prestigio, como las del Museo de Arte Moderno de París y el Museo Nacional de Arte Moderno de México, entre otros.