RAFAEL ZABALETA FUENTES (Quesada, Jaén, 1907 – 1960).
“Paisaje con animales”, 1958.
Óleo sobre lienzo.
Presenta etiqueta al dorso.
Obra reproducida en el Catálogo Razonado de Mª de Guzmán, p. 384- 385.
Posee desperfectos en el marco.
Medidas. 130 x 97 cm; 152 x 117,5 cm (marco).
Rafael Zabaleta fue un pintor sumamente versátil, capaz de desarrollar en paralelo una obra postcubista en la que la imagen se fragmenta evocando coloristas vitrales y, al mismo tiempo, un paisajismo aparentemente tradicional pero en el que se aprecia el legado vanguardista. A este segundo grupo pertenece el paisaje con lobo que nos ocupa. Las pinceladas son aquí proteicas: se metamorfosean en círculos para representar las copas irisadas de los árboles, en trazos quebrados en las rocas... Late asimismo la influencia de Cezanne en la reducción esencialista y sintética de la naturaleza.
Nacido en el seno de una familia acomodada, Rafael Zabaleta manifiesta ya desde niño su afición a la pintura, por lo que tras finalizar sus estudios de bachillerato se trasladó a Madrid e ingresa, en 1925, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Allí tendrá como maestros a Lainez Alcalá, Cecilio Pla e Ignacio Pinazo, y en 1932 participa por primera vez en una exposición colectiva, la de los alumnos de San Fernando. Una de sus obras, titulada “La pareja,” será seleccionada para ilustrar la reseña crítica que Manuel Abril realiza para la revista “Blanco y Negro”. Tres años más tarde Zabaleta realiza su primer viaje a París, donde conoce y estudia las obras de los maestros de la pintura contemporánea. En 1937 es nombrado delegado del Tesoro Artístico Nacional, y también por estas fechas inicia una serie de dibujos sobre la Guerra Civil. Al terminar la contienda fue denunciada, y pasó brevemente por el campo de concentración de Higuera de Calatrava y por la cárcel de Jaén, donde le son incautados los dos álbumes de dibujos realizados durante la guerra. Finalmente liberado, en 1940 se instala en Madrid, donde asiste a las tertulias del Café Gijón y dibuja y pinta en el Círculo de Bellas Artes. Dos años más tarde visita a Aurelio Biosca, director de la madrileña galería Biosca, con una carta de presentación del escultor Manolo Hugué. Allí celebrará su primera muestra individual ese mismo año, tras ser rechazado en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Sin embargo, al año siguiente participa en el Primer Salón de los Once y pasa a formar parte de la Academia Breve de Crítica de Arte de Eugenio d’Ors, a la que también pertenecía Biosca. Zabaleta tomará parte en la mayoría de sus Salones de los Once y exposiciones antológicas. En 1945 Zabaleta participa en la colectiva “Floreros y bodegones” realizada en el Museo Nacional de Arte Moderno, mientras sigue exponiendo individual y colectivamente en galerías de la capital. En 1947 realiza su primera muestra personal en Barcelona, en la galería Argos, y se publica su primera monografía. Dos años más tarde viaja de nuevo a París, entrando en contacto con Picasso, Óscar Domínguez, M. Ángeles Ortiz y otros. El año de su definitiva consagración será el de 1951, cuando celebre una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Madrid. En 1955 obtendrá el Premio de la UNESCO en la Bienal Hispanoamericana de Barcelona. Ese mismo año participa en la Bienal del Mediterráneo celebrada en Alejandría, y realiza una exposición personal en Bilbao. Durante sus últimos años Zabaleta será un artista ya plenamente reconocido, invitado a las más importantes exposiciones y salones tanto en España como en ciudades extranjeras de la importancia de París.