ALVAR SUÑOL MUÑOZ-RAMOS (Montgat, Barcelona, 1935).
Sin título. 1971.
Óleo sobre tela.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 147,5 x 297 cm.; 150,5 x 300 cm.(marco).
En esta composición, Alvar Suñol crea una atmósfera etérea con su estilo poscubista característico. Las tres mujeres, de grandes ojos y óvalos redondeados, encarnan arquetipos que, en esta caso, evocan la esperanza y la espiritualidad simbolizada por las palomas y la flor de enormes pétalos que sostienen en sus manos. El fondo con la ciudad (sintetizada con formas cúbidas que sugieren bloques de edificios) conecta el mundo íntimo de la casa con la modernidad urbana. Aunque simplifica las formas al estilo cubista y fauve, Alvar no renuncia a la belleza ni a los colores cálidos y vibrantes que dotan la obra de un tono poético. Los colores son suaves pero luminosos, creando una atmósfera acogedora y misteriosa que resalta el simbolismo de los elementos representados. La obra puede leerse como una celebración de la paz y la belleza en el seno de la vida cotidiana.
Alvar Suñol empezó a pintar al óleo a los doce años, y a los diecisiete fue aceptado en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sant Jordi, en Barcelona. Antes de graduarse ya celebrará su primera exposición individual, que tuvo lugar en 1957 en las Galerías Layetanas de Barcelona. Asimismo, Suñol ganó la Bolsa de Viaje Alhambra de Granada, una beca de verano que le permitió ampliar su formación en la ciudad andaluza. A los dieciocho años tomó parte en el Premio de Pintura Joven de la Ciudad de Barcelona, alzándose con el primer premio. Fue también galardonado en la exposición anual del Instituto Francés celebrada en Barcelona, obteniendo una beca para estudiar en París, ciudad donde se instaló en 1959. Allí mostró su obra en la prestigiosa galería Drouant y, tras regresar fugazmente a Barcelona en 1960, permanecerá diez años en la capital francesa. En 1962 mostró por primera vez sus obras en Estados Unidos, en la Monede Gallery de Nueva York. Al año siguiente realizará, para la galería Drouant, su primera serie de litografías originales. Ese mismo año de 1963 Suñol celebra una decisiva muestra personal en París, punto de partida de una exitosa carrera internacional que le llevará a exponer por todo el mundo, en ciudades de Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón. La obra de Alvar, nombre con el que es conocido en el mundo del arte, parte de la geometría pero siempre es figurativa, y se inspira en la arquitectura clásica, con referencias frecuentes a sus pintores de cabecera: Piero della Francesca, Vermeer y Balthus. Su obra se caracteriza, asimismo, por una gama cromática profundamente personal, basada en ocres y rojos particulares, a veces exóticos. Actualmente está representado en el MACBA, el Kumamoto y el Fukoka de Japón, el Finch College de Nueva York, los de Arte de Wichita, Utah y Albany (EE.UU.), el de Hyacinthe Rigaud en Perpiñán y el del Grabado Contemporáneo de Marbella, entre otros.