ANA LAURA ALÁEZ (Bilbao, 1964).
“Creative powders II”, 2001
Fujichrome siliconada sobre aluminio. Ejemplar 3/3.
Presenta etiqueta informativa de la galería Juana de Aizpuru.
Firmada, titulada y justificada al dorso.
Medidas: 100 x 133 cm.
En la serie Creative Powder, la propia artista se retrata a sí misma sobre un espejo que sirve como base en el cual se disponen de manera aleatoria varios pigmentos. La pieza evoca valores como la feminidad, desde una perspectiva que cuestiona la idea del maquillaje como un disfraz de la naturalidad del cuerpo, así como la noción de realidad y su reflejo, entendido como una distorsión de lo natural.
Ana Laura Aláez se define a sí misma como una “arquitecta de emociones” que transforma su experiencia en escultura. Convierte productos de la vida cotidiana, como estos pintalabios, en arte, pero reconoce que no sabe lo que es “ser artista”. Defensora acérrima del feminismo, una de sus obras es un traje de mujer maravilla tejido a mano por ella misma que conecta con las tradiciones que seguían aquellas mujeres que se dedicaban a la costura. Según afirma la propia artista “Pertenezco a una generación (la del post-punk, la del “no future”) que estuvo muy marcada por un rechazo frontal a la cultura. La cultura era, de algún modo la encarnación del poder y de la opresión. A lo largo de mi trayectoria artística he ido entendiendo que lo que consideramos como clásicos representan en cada época un nivel de subversión equivalente a lo que hoy entendemos como tal y, por tanto, a diferenciarlos del uso normalizador que de ellos hace la cultura oficial. Desde los inicios de mi práctica, hay dos vectores paralelos que siempre han estado presentes de una forma más o menos explícita: -1, el modo de la presencia femenina en el arte y -2, la puesta en cuestión de los elementos plásticos que tradicionalmente han definido la escultura como un arte vinculado a nociones consideradas básicamente masculinas, como la fuerza, la dureza, la prevalencia de lo físico, un sujeto seguro de sí mismo, etc., y sus diferentes reevaluaciones en los diferentes momentos de mi trayectoria”. Sin duda, Ana Laura Aláez (es uno de los nombres fundamentales de la escena artística española. Su trayectoria y aportación fueron premiadas por el Gobierno Vasco con el Gure Artea 2013. Dance & Disco en el Museo Reina Sofía (Madrid); Beauty Cabinet Prototype (Palais de Tokyo, París); Bridge of Light, Towada Art Center (Japón) y Pabellón de escultura en el Musac (León). Y también su participación en las bienales internacionales más importantes: 5ª Bienal de Estambul (1997), la 48ª Bienal de Venecia (1999) o el Pabellón Español de la 49 Bienal de Venecia (2001), entre otras. Su obra se encuentra en distintas colecciones de espacios museísticos y centros de arte de relevancia indiscutible tales como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Moma de New York o el Museo Guggenheim.