ANTONI CLAVÉ I SANMARTÍ (Barcelona, 1913 – Saint Tropez, Francia, 2005).
"Roi". 1959.
Óleo sobre tela.
Firmado y fechado en el margen inferior.
Medidas: 64 x 49 cm.; 91 x 74 cm. (marco).
La pintura "Roi" de Antoni Clavé es una obra que revela la experimentación del artista con texturas matéricas y su característico enfoque en temas medievales y simbólicos vinculados a figuras de reyes y caballeros. En "Roi" se percibe una representación abstracta y texturizada del poder y la autoridad, que refleja el interés de Clavé por las figuras reales reinterpretadas de un modo matérico y expresivo. En esta etapa de su producción, Clavé estaba influido por la tradición española, pero también por corrientes europeas de vanguardia. El cuadro presenta una figura de rey transformada en una imagen misteriosa, con restos de elementos arquetípicos, como las flores de lis. Este tratamiento le permite explorar no solo la figura monárquica como símbolo sino también indagar en las cualidades estéticas en sí mismas, dialogando asimismo con la tradición de los retratos monárquicos oficiales. La paleta de colores es terrosa y sombría, lo cual sugiere ideas vinculadas a la solemnidad, a la decadencia y a la ocultación de la identidad. La obra evoca un sentido de majestuosidad, pero al mismo tiempo de desgaste o deconstrucción, como si el rey estuviera emergiendo de un tiempo arcaico o se estuviera desvaneciendo en él.
Antoni Clavé es una de las más relevantes figuras del arte contemporáneo español. Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Jordi de Barcelona, Clavé se dedica en un primer periodo al grafismo publicitario, la ilustración y las artes decorativas. En 1936 toma parte activa en la Guerra Civil, en las filas republicanas, lo que le lleva a exiliarse a Francia al terminar la contienda. Este mismo año de 1939 expone los dibujos que realizó en los campos de batalla. Se instala en París, donde conoció a Vuillard, Bonnard y Picasso. Gozaba ya de un gran prestigio internacional en el momento en que se inicia su reconocimiento en España, a partir de su exposición en la sala Gaspar de Barcelona, en 1956. En paralelo realiza ilustraciones para la obra “Gargantúa y Pantagruel”, lo que le llevó a familiarizarse con la iconografía medieval. En esta misma década de los cincuenta es cuando inicia su intensa labor en el mundo del ballet y del teatro, alcanzando gran fama en el mundo de la escenografía internacional. En 1952 realiza los decorados para la película “Hans Christian Andersen”, de Charles Vidor, y obtiene una candidatura al premio Óscar. En 1954 abandona la decoración para dedicarse a la pintura. Fue premiado en la Hallimark de Nueva York en 1948, en la Bienal de Venecia de 1954 y en la Bienal Internacional de Tokio de 1957. En 1984 el Estado Español reconoció su valía artística con la exposición de más de cien de sus obras en el pabellón español de la Bienal de Venecia. Ese mismo año le fue concedida la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña. La obra de Clavé se encuentra, entre muchos otros, en los museos de Bellas Artes de Bilbao, Tate Gallery, de Arte Moderno de París, el British Museum de Londres, de Arte Moderno de Tokio y en el Reina Sofía de Madrid.