Escuela española del siglo XX.
Siguiendo modelos mallorquines del siglo XVII.
"Bodegón floral".
Óleo sobre lienzo.
Presenta faltas.
Medidas: 68 x 98 cm.; 89 x 121 x 4 cm.(marco).
Estilísticamente este bodegón floral situado bajo una suerte de baldaquín arquitectónico continúa de cerca los modelos mallorquines. La escuela mallorquina de naturalezas muertas evidencia una fuerte influencia de la valenciana, si bien contó con personalidad propia y debió gozar de una cierta importancia, dada la cantidad de obras que han llegado hasta nuestros días. Se desarrolló principalmente desde finales del siglo XVII y durante el XVIII, a partir de la aparición de la figura de Guillermo Mesquida (1625-1747), que elevará el nivel de la pintura mallorquina. Fue el pintor más famoso del barroco balear y dominador absoluto del panorama artístico entre finales del XVII y la primera mitad del XVIII. Fue un excelente pintor de naturalezas muertas, si bien no conservamos hoy en día ni una sola de ellas que podamos atribuirle con absoluta certeza. Sus biógrafos indican que fue discípulo en Roma del italiano Carlos Marata, pintor que tuvo gran influencia en el desarrollo de la naturaleza muerta, ya que colaboró con numerosos especialistas de este género. Mesquida representó en sus obras frutas, animales y flores, y fundó en Mallorca un taller en el que se harían numerosas obras, algunas de las cuales aún se conservan hoy en día. Su estilo se habría caracterizado por una gran riqueza cromática y una clara ostentosidad y abundancia en los elementos frutales y florales, rasgos que heredarían sus seguidores de la escuela mallorquina, tal y como se aprecia en este lienzo. Gracias a la influencia de Mesquida, los pintores mallorquines de naturalezas muertas recogen elementos italianos, especialmente napolitanos y romanos, siempre conjugados con la influencia de la escuela valenciana.