ISMAEL GONZÁLEZ DE LA SERNA (Guadix, Granada, 1898 – París, 1968).
“Pueblo en la miseria”, 1951.
Temple y collage sobre madera.
Firmado en la parte inferior derecha.
Obra publicada en: "De la Serna", Cesáreo Rodriguez Aguilera, Num. 277.
Medidas: 105 x 80 cm; 125 x 100 cm (marco).
Ismael González de la Serna inicia sus estudios de arte en Granada y los concluye en Madrid, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. En sus primeros años desarrolla un estilo pictórico ecléctico, que se nutre de fuentes impresionistas, simbolistas y modernistas. Uno de los primeros ejemplos de su lenguaje de juventud lo encontramos en las ilustraciones que realizó para su amigo de la infancia Federico García Lorca, en el que sería su primer libro, “Impresiones y paisajes” (1918). Ese mismo año, Ismael de la Serna celebra su primera exposición en Granada, y poco después presentará sus obras en el Ateneo de Madrid. En 1921 se traslada a París a fin de ampliar sus horizontes artísticos, integrándose en los círculos de la Escuela de París. Entre sus amistades parisinas destacó especialmente Pablo Picasso, quien influyó en su obra pero fue, ante todo, protector del pintor granadino. El estilo de De la Serna será, en este periodo, permeable a las influencias de la vanguardia, fundamentalmente del cubismo y del expresionismo, que trabajó de manera personalísima. Asimismo, siempre fue patente en su obra la influencia inicial del impresionismo. El año de 1927 supone el inicio de un período de fuerte proyección de su obra, que arranca en la exposición individual que el pintor celebra en la influyente galería parisina de Paul Guillaume. A esta muestra seguirán otras muchas, tanto en París como en Berlín, Bruselas, Copenhague, Granada y México. En 1928 recibió del director de “Cahiers d’Art”, Christian Zervos, el encargo de ilustrar una edición especial de veinte sonetos de Góngora. La clave de su reconocimiento la encontramos en su sensual lectura de las formas del cubismo, basada en la relevancia de un dibujo de línea sinuosa y muy decorativa, conjugada con fuertes contrastes cromáticos. Con un marcado sentido espacial y sin abandonar nunca la figuración, De la Serna representará principalmente bodegones, donde acentúa la vertiente sensitiva de su pintura con metafóricas referencias sensoriales, como música, frutas o ventanales abiertos. Trabajó, asimismo, el paisaje y el retrato. Tras inaugurar con una exposición individual las actividades de la Asociación de Artistas Ibéricos en Madrid en 1932, el pintor emprende nuevas vías de experimentación plástica que desembocará, tras la Segunda Guerra Mundial, en una pintura más esquemática y simplificada, próxima a las soluciones abstractas contemporáneas. Ismael de la Serna está representado en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, el Reina Sofía de Madrid, los de Bellas Artes de Granada y Sevilla, el ARTIUM, etc.