JAIME VALLE-INCLÁN BLANCO (Puebla del Caramiñal, La Coruña, 1922 – Barcelona, 1985).
“Bodegón”, 1979.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado al dorso.
Medidas: 60 x 45 cm; 51 x 66 cm (marco).
Este delicado bodegón es un buen ejemplo de la pintura de Jaime Valle-Inclán, llena de intimismo, de lirismo. La luz es suave, tamizada, pero incide en las texturas de los objetos. Se adivina cierta quietud, sosiego, que el pintor busca transmitir de igual manera que la representación de los objetos concretos.
Quinto hijo de Ramón del Valle Inclán, Jaime se trasladaría en 1933 a Roma, cuando su padre fue nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes en la ciudad eterna. Al volver a España iniciaría sus estudios artísticos, en un colegio perteneciente a la Institución Libre de Enseñanza, en El Escorial. Con solo 16 años, después del traslado de la familia a Barcelona, se alistaría voluntariamente en el ejército republicano, decidido a combatir a las tropas golpistas. Tras la guerra huyó a Francia, donde sería internado en un campo de concentración, del que se fugaría gracias a la ayuda de Pablo Neruda, a la sazón embajador en Chile, que le ayudaría a llegar a este país. Viviría durante años en latino américa, y ejercería como profesor en la Escuela de Arte de San Cristóbal, en Venezuela, por ejemplo. Realizaría, también, a la vez, numerosas exposiciones individuales y colectivas. En 1951 se instaló en París, donde residiría y pintaría hasta su definitiva vuelta a España, en 1958.