MATEO MANAURE (Uracoa, Venezuela, 1926- Caracas, Venezuela 2018).
“Cuvisión Nº 3”, 1970.
Acrílico sobre madera.
Presenta etiqueta de la galería Durban. Nº de registro 96-468.P
Firmado y fechado al dorso.
Medidas: 100 x 100 cm; 101 x 101 cm (marco).
Esta obra pertenece a la serie de las curvisiones, realizada durante los años sesenta y con la cual el artista alcanzo uno de los cúlmenes de su carrera. En la serie Mateo Manaure plasmó su amplio conocimiento abstracto e ir un paso más allá en la evolución de las formas. En esta obra, Manaure, ha conseguido crear una imagen completamente armónica destacando el dominio del color y de la técnica. Se trata de una composición expresiva, vitalista y dinámica, en la cual se repite un patrón esencialmente geométrico. Sin embargo, a pesar de la rigidez asociada con las líneas rectas, el artista, ha utilizado variaciones de color, intensificando así una percepción rítmica de la pieza.
Mateo Manaure inició su vinculación con el mundo del arte desde su infancia, por lo que decidió en 1939 profesionalizarse, cursando estudios en la Escuela de Bellas Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas hasta 1947. Formación que complementaba con su experiencia plástica en el estudio del pintor Pedro Ángel. Durante esta época su pintura reflejaba temas tradicionales de un modo experimental, en el cual un artista joven buscó su propia personalidad en el trabajo. En 1947 al finalizar sus estudios en Venezuela, decidió trasladarse a la que por entonces era la capital europea del arte. Llegado a París decidió seguir formándose académicamente, pero a su vez, la actividad cultural de la ciudad y la efervescencia social y artista del momento supuso su adscripción al grupo artístico los “Los Disidentes”. Un grupo artístico formado anterior a la llegada de Manaure y el cual experimentaba plásticamente con el arte neofigurativo, recibiendo influencias del movimiento abstracto y de otras corrientes del arte contemporáneo. Rompieron con el arte figurativo. Es por ello por lo que se ha considerado que Paris es un punto de inflexión en la pintura de Manaure cuya incursión en la abstracción le convertirá en un maestro de la misma, evolucionado en la representación de dicho estilo. Posteriormente regresó a Venezuela donde decidió crear el Taller Libre de Artes de Caracas, a través del cual su pintura recibió influencias estéticas y conceptuales del surrealismo, que era un movimiento que había tenido una gran fuerza en el continente latinoamericano, con ejemplos tan notables como Wilfredo Lam. En 1952, su regreso al país también decido crear la Galería Cuatro Muros, asociándose con Carlos Garcia Bogen. Fue en la década de los 60 cuando Manaure volvió al lenguaje plástico de carácter abstracto a través de una concepción de carácter lirico e incluso narrativo que no habían tenido sus composiciones anteriores. Hoy en día las obras de Manaure pertenecen a importantes colecciones artísticas tanto de carácter privado como público, ejemplo de ello es el MoMa de Nueva York.